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Es prioridad exhortar a los y las jóvenes al conocimiento y uso de métodos anticonceptivos para lograr el ejercicio de una sexualidad responsable y saludable.

De acuerdo con datos oficiales, la primera relación sexual ocurre a los 16.6 años en promedio, y 61.5 por ciento de las adolescentes no se protege durante su primera relación sexual de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2012, por lo que “es fundamental promover el uso de anticonceptivos para evitar embarazos no planificados e Infecciones de Transmisión Sexual”, sostuvo Ivon Vanessa Silva, Coordinadora Nacional del Programa Gente Joven de la Fundación Mexicana para la Planeación Familiar A.C. (Mexfam).

La representante de Mexfam destacó que datos del INEGI refieren que en nuestro país uno de cada seis nacimientos sucede en mujeres adolescentes de entre 15 a 19 años de edad, que en su mayoría no planearon o desearon un embarazo, situación que no sólo representa un problema de salud para ella y su bebé, sino que también tiene repercusiones económicas y sociales para la madre, ya que implica menores oportunidades educativas y de desarrollo social.

Añadió que “el embarazo en la adolescencia puede provocar problemas de salud que van del nacimiento prematuro y aborto, hasta hipertensión arterial, anemia y riesgo de mortalidad materna, resultado de la inmadurez física”.

Por su parte, Elsy Reyes, especialista en sexualidad, reconoció que en cuestión de métodos para el control de la fertilidad hoy día existen innovaciones anticonceptivas hormonales que responden a las necesidades y estilo de vida de las mujeres en diferentes etapas de su vida.

Actualmente - dijo - existen opciones para el control de la fertilidad que pueden ser usadas por las jóvenes de manera regular como la pastilla de la Y, píldora anticonceptiva que combina baja dosis de dos hormonas (etinilestradiol y drospirenona) y cuenta con un innovador régimen de administración de 24 pastillas activas y 4 comprimidos inactivos, logrando un mayor control del ciclo menstrual y redición de los síntomas físicos y emocionales asociados al Sindrome Premestrual.

Junto con una eficacia anticonceptiva del 99 por ciento, este método para el control de la fertilidad ofrece beneficios adicionales, ya que por su efecto antiandrogénico permite a las mujeres lucir un cutis más terso, mejorar problemas leves o moderados de acné y reducir la presencia de grasa en el cabello.

Elsy Reyes destacó que el uso regular de algún método anticonceptivo hormonal impacta positivamente en la vida íntima femenina, aún más en las adolescentes, al permitirle vivir una sexualidad segura y responsable, así como contribuir a su bienestar físico y desarrollo personal.

Las especialistas en salud sexual y reproductiva coincidieron en que la conmemoración del Día Nacional para la Prevención del Embarazo no Planificado en Adolescentes debe ser una fecha que contribuya a sensibilizar a los adolescentes pero también a los padres de familia, comunidad médica y sociedad en general de la importancia de promover educación sexual en la población juvenil y el acceso a métodos anticonceptivos desde el inicio de la vida sexual.

Aconsejaron a todas las adolescentes que hayan decidido tener vida sexual que se acerquen a su médico ginecólogo de confianza, quien las orientará sobré el método para el control de la fertilidad más conveniente para su salud y estilo de vida.

“La implicación de un embarazo no planificado, aún más para una madre adolescente significa la alteración de su vida y acortamiento de sus aspiraciones personales. Por esta razón, es indispensable hacer frente a la necesidad insatisfecha de anticoncepción como un derecho humano fundamental en los adolescentes”, concluyó Ivon Vanessa Silva, de Mexfam.