salud2-anticonceptivo-hombres                                                                                   Si la aparición de la píldora anticonceptiva en 1951 tras la creación de la noretisterona –sintetizada por el químico mexicano Luis Ernesto Miramontes-, revolucionó la vida sexual de las mujeres y transformó a la sociedad, el eventual hallazgo de un anticonceptivo masculino apuntaría en la misma dirección, y se esperaría que la reproducción humana se convirtiera en una responsabilidad compartida de las parejas.

 

Con este objetivo, científicos de los institutos de Biotecnología y Fisiología Celular de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), buscan desarrollar un anticonceptivo masculino no hormonal, y podrán avanzar con mayor velocidad en sus indagaciones, cuando en breve se incorpore al proyecto la tecnología para montar el laboratorio más moderno de electrofisiología -el primero en su tipo América Latina- gracias al apoyo de la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación del Distrito Federal, que encabeza el doctor René Drucker Colín, ex presidente de la Academia Mexicana de Ciencias.

La integración de este nuevo componente al proyecto lanzará  a otro nivel una investigación sobre la fisiología del espermatozoide, e incrementará de manera muy importante las pruebas electrofisológicas destinadas a encontrar el compuesto que pueda bloquear o inhibir de manera temporal alguna función fundamental del gameto masculino, como su movilidad.

Los doctores Alberto Darszon, especialista en fisiología del espermatozoide; Arturo Hernández, experto en fisiología celular; y Arturo Picones, biofísico y electrofisiólogo con amplia experiencia en el campo farmacéutico, encabezan esta investigación y prevén que antes del verano puedan iniciar los experimentos en los que pondrán a prueba la primera batería de sustancias capaces de bloquer la movilidad espermática. Sobre la investigación, Arturo Hernández contó que en el Instituto de Biotecnología hay un grupo de investigación –liderado por Darszon- que viene aportando desde hace muchos años el conocimiento y la experiencia en lo que se refiere a la fisiología del espermatozoide, así como las estrategias para realizar los ensayos tendientes a buscar estos fármacos.

Por otra parte, en el Instituto de Fisiología Celular, “se mantiene la investigación en fisiología celular enfocada al estudio de células aisladas, área en la que somos expertos, y ahí mismo se implementarán nuevas estrategias de electrofisiología y análisis de fluorescencia en células. A partir de esa combinación esperamos encontrar las sustancias que tengan el potencial anticonceptivo que buscamos”, finalizó Hernández Cruz