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La Fundación Mexicana para Enfermos Reumáticos pidió que México se adhiera a la alerta y recomendaciones de las agencias sanitarias europeas, sobre los tratamientos con diacereína, utilizados contra la artrosis y osteoartritis, por representar riesgos para la salud del paciente.

Al respecto, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) señaló que tras la publicación de alerta en noviembre de 2013, el Centro Nacional de Farmacovigilancia (CNFV) inició la búsqueda exhaustiva de notificaciones de sospecha de reacción adversa y encontró sólo una que reporta diarrea.

Aunque, sostuvo que dicho centro sigue analizando la información en la base de datos disponible, con el objeto de valorar si son necesarias medidas reguladoras o de prevención adicionales a las vigentes en la actualidad.

Aunado a ello y de manera preventiva, la Cofepris declaró que ha solicitado al Colegio Mexicano de Reumatología, y como parte de la obligación de los médicos, reportar cualquier efecto secundario de los tratamientos, y que realice un seguimiento a los pacientes.

“Se ha pedido realizar un seguimiento a los pacientes a quienes se les prescribió como parte del tratamiento diacereína, y que presten especial atención a aquellos que manifestaron una sospecha de reacción adversa; asimismo, valorar, en caso de ser necesario, el emplear una terapéutica alterna”, detalló.

Ante la alerta, publicada en 2013 por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), el integrante de la Fundación Mexicana para Enfermos Reumáticos, Manuel Robles San Román, resaltó que la diacereína, autorizada por primera vez en España en 2002, forma parte de un grupo de medicamentos denominados fármacos sintomáticos de acción lenta para la artrosis.

En entrevista recordó que la revisión del costo beneficio del tratamiento la inició la Agencia de Medicamentos Francesa en julio del 2012, ante la acumulación de casos de diarrea severa, así como por los problemas del hígado que habían sido reportados en algunos pacientes que toman el medicamento.

“Su eficacia limitada en artrosis de cadera y rodilla, la falta de pruebas para justificar algún efecto sobre la progresión de la enfermedad a mediano y largo plazo, y los efectos adversos más graves notificados como diarrea con deshidratación, o los casos graves de daño hepático, sustenta la solicitud del retiro del mercado”, subrayó.

Explicó que la artrosis es una enfermedad degenerativa que ataca a las articulaciones y produce el desgaste del cartílago y se estima que 60 millones de personas en el mundo la padecen, sus síntomas más frecuentes son dolor articular, crujidos y deformaciones en las articulaciones.

Puede aparecer desde los 20 años, siendo más habitual en los hombres de menos de 45 años y mayor en las mujeres por encima de los 55, y afectar principalmente a personas mayores de 70; los principales factores de riesgo con: sexo femenino, obesidad, actividad deportiva inapropiada, menopausia, secuelas tras una cirugía y golpes repetidos sobre alguna articulación, edad avanzada y antecedentes familiares.