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Más de la mitad de los mexicanos (53 por ciento) ha enfermado por comer en la calle y los males más populares son diarrea, tifoidea o infección estomacal.

De acuerdo con una encuesta del Gabinete de Comunicación Estratégica, la inmensa mayoría de las personas prefiere comer en

casa y 85 de cada 100 afirman que esta comida les sabe más rica.

Las razones que dan los mexicanos para comer en puestos callejeros o ambulantes son antojo (33.2 por ciento), prisa (32.2), cercanía al trabajo o casa (29.9) y precios (3.3), aunque 6.6 por ciento tiene “otro” motivo y 4.8 no sabe o no respondió.

No obstante, un cinco por ciento tiene predilección por tacos, quesadillas, tortas y otras garnachas; cuatro eligen los alimentos de un restaurante, dos la comida rápida, uno la de puestos ambulantes y otros comen de todo.

En contraste, según los resultados del ejercicio aplicado mediante 800 llamadas telefónicas en el país, 16 de cada cien entrevistados dijeron que nunca comen garnachas, 38 aseguran que lo hace rara vez, 33 las consume algunas veces y siete frecuentemente, mientras tres de cada cien las come a diario.

Ante ello 53 por ciento de mexicanos reconoce que ha enfermado o conoce a alguien que ha padecido algún mal por consumir garnachas, y 46 por ciento no enfermó ni sabe de alguien que haya padecido por ello.

Al respecto las 10 enfermedades que la gente relaciona con comer en puestos son diarrea (24.6 por ciento), tifoidea (21.5), infección estomacal (15.6), salmonela (5.8), obesidad (4.2), gastritis (3.9), cólera (3.8), diabetes (2.5), gastroenteritis (dos) y hepatitis (dos).

Amebas y colitis son males citados por dos por ciento de la gente, mientras 4.5 habló de otra enfermedad sin identificarla por nombre y 7.3 no respondió o lo hizo con un “no sé”.

En lo que se refiere al género, 61 de cada ciento de mexicanos piensan que los hombres comen más en puestos y 15 tienen idea de que son las mujeres; 18 dicen que no hay distinción de género a la hora de comer en la calle.

Así 74.3 por ciento de los ciudadanos considera que los mexicanos “no tenemos buenos hábitos saludables”, pero cuando la pregunta es individual 48.3 por ciento responde que tiene buenas costumbres sanitarias aunque 47 de cada cien admiten que en su caso no siguen una vida saludable.

En tanto 38.5 por ciento de las personas consultadas afirma que come frutas y verduras todos los días como lo recomiendas los médicos para tener una dieta balanceada, mientras que 25.4 lo hace frecuentemente, 26.5 algunas veces y 5.8 confiesa que los consume rara vez; 1.4 por ciento no lo hace nunca.

RIESGOS Y CONSECUENCIAS

Reutilizan el aceite:

- Su recalentamiento favorece la liberación de polímeros que pueden absorberse con la comida y elevar el riesgo de desarrollar hipertensión.

- Exponer el aceite a altas temperaturas de manera constante del mismo modo produce hidrocarburos con efectos cancerígenos.

Hay poca higiene:

- Por lo general el agua con la que se lavan y preparan los alimentos no es potable, lo cual ocasiona parasitosis o infecciones gastrointestinales.

- El riesgo se incrementa cuando el vendedor prepara la comida al mismo tiempo que manipula el dinero, o sus uñas están sucias.

Es cierto que la comida sabe rica, pero ¿Qué les ponen?

- Para mejorar el sabor de la comida le agregan cantidades excesivas de grasa y sal, ingredientes que al ser consumidos en elevadas proporciones provocan problemas de salud como obesidad e hipertensión.

- Asimismo, las porciones que por lo general le sirven son superiores a las que debe ingerir.

La comida puede estar descompuesta

- La mayoría de los puestos de comida que se ubican en la vía pública no cuentan con las instalaciones necesarias para conservar en buen estado los alimentos.

- Es común que en época de calor los mariscos, la carne, la fruta y las verduras se descompongan, con lo cual corre el riesgo de sufrir intoxicaciones o diarrea al consumirlos.

Si este tipo de comidas se transforma en un hábito, las consecuencias inmediatas pueden ser: exceso de peso, colesterol elevado, aumento de la presión arterial, diabetes o enfermedades cardiovasculares. La incidencia de estos alimentos sobre el estado de nutrición y la salud varía si ingerimos esta comida de manera continua.