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Un caso de abuso policial se registró el viernes pasado en Nezahualcóyotl, estado de México, donde elementos de la policía municipal arremetieron contra un grupo de artesanos muebleros de Capacuaro, Michoacán.
Inspectores de vía pública arribaron al cruce de Valle de Santiago y Periférico, en Valle de Aragón, y ordenaron el retiro del pequeño taller instalado en el camellón del referido cruce.


En las gráficas y videos se observa el momento posterior a la paliza que propinaron los uniformados de Nezahualcóyotl, así como el abuso para someter a los muebleros frente a una gasolinería, cuyos empleados atestiguaron paso a paso los hechos.
Con palo en mano de casi dos metros, un comandante supervisa que sus elementos mantengan sometidos a las personas detenidas, la mayoría tirados en el piso y algunos con golpes visibles en el rostro y otras partes del cuerpo, se observa en fotos obtenidas por MVS.
Al lugar también arribaron bomberos del municipio de Nezahualcóyotl, que fuera de todo protocolo de emergencia, arrojaron agua hacia la pequeña cobacha, para mojar los muebles y las herramientas de trabajo.
Los insumos, así como las herramientas y muebles fueron llevados en camionetas del Ayuntamiento y una grúa de plataforma para trasladarlos a la delegación de La Bola, en Nezahualcóyotl.
Previo a esta acción, los artesanos de Capacuaro, Michoacán, intentaron defender sus pertenencias, lo que desató la ira de los uniformados que contaban con el apoyo de al menos 20 trabajadores de vía pública.
Uno de los detenidos, menor de 13 años de edad, que se encontraba tirado en el pavimento fue pateado por uno de los uniformados, cuando trató de auxiliar a su padre Sergio Ángel Bernabé, representante de los artesanos, quien fue el principal blanco de agresión por responder a la autoridad y evitar que cometieran un atropello a sus derechos humanos y los de sus colegas.
Los indígenas michoacanos fueron obligados a subir a camionetas de la Tesorería Municipal y pese a no haber incurrido en algún ilícito fueron trasladados al Ministerio Público de la Bola, acusados de resistencia a la autoridad.
Por el abuso policial, el agente del Ministerio Público ignoró el hecho y rehusó iniciar carpeta investigación para deslindar responsabilidades de los servidores públicos que incurrieron en un claro y evidente uso desmedido de la fuerza pública.
Después de varias horas, los siete artesanos fueron puestos en libertad al no comprobarles nada.