Luís González Placencia

No se debe confundir las relaciones de las y los patrones con quienes trabajan en sus hogares con una relación familiar y a reconocer, respetar y garantizarles todos sus derechos como a cualquier otro empleado.


El Presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Luis González Placencia, dijo que esa es la clave de una relación colonial.
En el marco de la presentación de la Campaña Por un trabajo digno: Ponte los guantes por los derechos de las trabajadoras del hogar, se refirió también a que, con frecuencia, esa ‘confusión’ hace trascendentes las obligaciones a la familia de las trabajadoras del hogar, sobre todo a sus hijas e hijos.
“Son tratados como parte de la servidumbre, con esa connotación histórica; se pone como parte del servicio de la casa a los hijos de las trabajadoras.
En las relaciones entre los hijos de los patrones y los de los trabajadores se reproducen las condiciones de explotación, servidumbre y esclavitud”, advirtió el Ombudsman capitalino.
“La intervención oficial es importante y materializar en leyes, pero también la relación y la conciencia cotidianas plantean la posibilidad de ir resolviendo el rezago desde ya”, señaló.
Señaló que aunque México firmó en 2011 el Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), de que en 2012 se exhortó al Senado de la República para que lo ratificara, hasta hoy las trabajadoras del hogar no cuentan con un marco jurídico que les garantice sus derechos básicos.
El Convenio 189, explicó González Placencia, ha sido ratificado por Italia, Uruguay, Filipinas y las Islas Mauricio: “México estaría en condiciones de ser el quinto país en ratificarlo y poner en la ley las obligaciones claras para las y los patrones”.
No obstante, agregó, no tenemos que esperar a la ratificación para hacer conciencia sobre estos derechos; hoy mismo las y los patrones tendrían que tener clara la importancia del trabajo en el hogar y su carácter plenamente laboral.
Por su parte, la Directora General Adjunta de Estudios, Legislación y Políticas Públicas del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), Sonia Río Freije, se refirió a la necesidad de la ratificación del Convenio 189, en virtud de la feminización del trabajo del hogar, que en los hechos significa una revictimización de las mujeres, discriminadas por su condición social, de género, de edad y por pertenecer a un grupo étnico.