Según informan hoy medios locales, los fiscales responsables del caso dijeron haber detectado indicios suficientes para abrir el proceso de investigación contra el ex mandatario, que gobernó Brasil entre 2003 y 2010, informó DPA.
Las investigaciones se centran en viajes al exterior realizados por Lula y financiados por Odebrecht, que es una de las empresas contratistas de Petrobras denunciadas por participar en la red de corrupción que desvió millonarios fondos del ente estatal.
Los viajes sospechosos fueron realizados a Cuba, República Dominicana, Ghana y Angola.
En mayo pasado, la revista semanal Época había informado que estaba en curso una investigación preliminar por "presuntas ventajas económicas" obtenidas por Lula por parte de Odebrecht entre 2011 y 2014.
Fue esa investigación preliminar la que arrojó los indicios citados por los fiscales.
El Instituto Lula manifestó a través de un comunicado su "sorpresa" por la noticia, debido a que, según la entidad, que funciona como asesoría de prensa de Lula, el ex mandatario ya entregó todas las informaciones solicitadas por la fiscal Mirella de Carvalho Aguiar.
"Todo lo que la procuradora solicitó fue entregado por el instituto, que llegó a presentar más de lo exigido inicialmente", indicó el instituto.
"El Instituto Lula evalúa que hubo poco tiempo para analizar el material, pero, al mismo tiempo, entiende que forma parte de (las funciones) del Ministerio Público investigar las denuncias, y tendrá oportunidad de comprobar la legalidad y transparencia de todas las actividades del Instituto Lula", añade la nota.
Según indicó "Época" en su momento, documentos en poder de los investigadores mostraron que el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de Brasil financió al menos 1.600 millones de dólares a obras realizadas por Odebrecht.
Los préstamos, a bajo costo, para esas obras fueron concretados en reuniones que Lula mantuvo con los presidentes de Ghana y República Dominicana, en viajes pagados por la constructora y realizados después de que dejara la Presidencia.
Entre las obras sospechosas está la modernización de aeropuertos, puertos, carreteras y acueductos.