El ensayó contó con la presencia del líder de ese país: Kim Jong- un y él mismo reconoce que dicho lanzamiento del misil se llevó a cabo como respuesta a los ejercicios militares conjuntos de EE. UU y Corea del Norte.
Además Pyonyang, afirmó que el lanzamiento del proyectil es un “preludio” del lanzamiento de misiles a la isla estadounidense de Guam, en el océano pacífico, la cual sirve como centro militar y base de bombardeos.
La situación se agravó tras las declaraciones del presidente estadunidense Donald Trump, quien a principios de agosto, aseguró que si Corea del Norte continuaba con la amenaza nuclear la respuesta del país sería: “Un fuego y una furia que el mundo nunca ha visto”, aseguró. Pyongyang refutó la declaración advirtiendo que elaboraría un plan para atacar con misiles la isla estadounidense de Guam.