El debate de la Reforma Educativa

sinpunto

Sin lugar a dudas una de las reformas más importantes de los últimos años ha sido la llamada “Reforma Educativa”. Pero también ha sido la más controvertida y cuestionada por los grupos de interés y de presión que han venido recibiendo beneficios inmerecidos a causa de ese atraso, y las viejas prácticas que se arraigaron en la operación de las dependencias de la Secretaría de Educación Pública, así como de las similares en cada uno de los estado

s del país.

Esas controversias a que me refiero provienen de los grupos que más dinero han dispuesto y hurtado de los presupuestos educativos, y que para nuestra desgracia pretenden seguir manteniendo como rehenes de sus intereses políticos a los infantes que hasta ahora han recibido una deleznable calidad en sus presos formativos. Por desgracia, se confirma esa máxima que indica que a menor calidad en la educación de los pueblos, mayores los índices de pobreza.

Enrique Peña Nieto advirtió ayer que hay intentos de los grupos de interés para revertir los cambios, pero que tolerar la mala educación significa perpetuar la desigualdad y la exclusión social. Y tiene mucho de razón, porque sus afirmaciones se prueban y comprueban en los estados donde los grupos radicales dominan la conducción de la educación, que además, curiosamente, son los que mayor atraso tienen no tan solo en materia educativa, también en la erradicación de la pobreza. En lo personal creo que el debate por el lamentable estado en que los maestros disidentes han mantenido a los jóvenes de Guerrero, Michoacán, Oaxaca y Chiapas tiene que seguir vigente, porque esa sarta de sátrapas que se dicen “maestros democráticos” los han convertido en rehenes de su mendicidad y no debemos seguir permitiéndolo, porque los estamos condenando a la pobreza y a la exclusión social. Para decirlo de otra forma, es mejor aplicar la ley contra quienes piensan que pueden seguir delinquiendo, antes que permitir que sigan regando ignorancia y pobreza en el país.

No sé si en Oaxaca sepan los disidentes magisteriales que el Presidente Benito Juárez García fue uno de los primeros en impulsar una reforma educativa, porque sabía que era la única forma de terminar con las desigualdades sociales, esas mismas que tuvo que padecer en carne propia y que lo llevaron a tomar determinaciones para dotar de derechos a esos hombres y mujeres que durante tanto tiempo la costumbre y el origen mantuvieron relegados.

Pareciera que la verdadera finalidad de los miembros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación es seguir manteniendo ese relegamiento social, porque así conviene a sus intereses por la cooptación política, y también los económicos. Para decirlo más claro, los zánganos y delincuentes que forman y conforman la CNTE han usurpado el derecho de los mexicanos por alcanzar una preparación educativa que les otorgue la oportunidad de abandonar su postración política, económica y social. Al tiempo.