Tiempos de transición y en el horizonte político de México se advierte una serie de cambios tan radicales que han puesto a temblar a muchos.
A cuatro meses de asumir como Presidente de la República, AMLO ha estado llevando a cabo una serie de acciones que denotan ya esos cambios.
De entrada el próximo 1° de septiembre arranca la LXIII Legislatura del Congreso de la Unión, y los Diputados ya tienen la primera iniciativa sobre sus curules, deberán votar los cambios al artículo 41 de la Constitución Política para reducir en un 50% el financiamiento público a los partidos políticos e instituciones electorales.
Propuesta muy popular, presentada por la actual legisladora morenista, Alicia Barrientos, para que sea aprobada de inmediato, con carácter de urgente, antes de que sea aprobado el Paquete de Egresos de la Federación para el 2019.
Y no hay duda que la medida pasará de inmediato ante la contundente mayoría de los morenistas en el congreso, pese a ello PRI y PAN han mencionado que antes de dar apoyo a la iniciativa, Morena deberá explicar cómo hará tal recorte y comprobar que las prerrogativas sean fiscalizadas en tiempo real.
PRI, PAN y PRD a decir de sus legisladores lo consideran un cambio necesario pero  siempre y cuando se garantice piso parejo.
Con un Congreso, por primera vez en la historia de México, con mayoría absoluta, ésta será sin duda, la primera ley votada y  mayoriteada por MORENA el partido de López Obrador y  pasará a la historia como la primera ley del cambio puesta en marcha por él.
Se pretende que dentro del presupuesto de egresos para el 2019, los partidos político en su conjunto reciban un presupuesto de  2 mil 356 millones de pesos para sus gastos de operación, para recomponer así, el financiamiento público de la democracia electoral, reducir los gastos permanentes de los partidos políticos lo que disminuirá el costo excesivo de las campañas electorales. 
Acabar también con la chiquillada, con los partidos rémoras, que aprovechan la generosidad de los recursos electorales para subsistir.
Para entrar en más detalle, la reforma al artículo 41, plantea, que el financiamiento del gasto pase del 65 al 32.5%. 
Ese porcentaje se dividiría entre todos los partidos de acuerdo al número de escaños y curules alcanzados y en esa medida serán sus prerrogativas, igual para los congresos locales en todo el país,  por cierto, en esta legislatura el 70% irá a parar a las arcas de Morena que tendrá la mayoría en el congreso.
Gran ahorro sin duda, porque se elimina el financiamiento público estatal a los partidos con registro nacional, esto es, solo recibirán financiamiento los partidos representados físicamente en el congreso local de cada entidad.
Una vez mayoriteada y publicada en el Diario Oficial de la Federación, entrará en vigor en el congreso de la unión de manera inmediata y en el interior de la república 6 meses después.
Se acabara el dispendio legislativo, adiós a los viajes, no más gastos en baños con jacuzzi, no más tintes de hasta 3 mil pesos,  bolsas de 40 mil y corbatas de 150 mi pesos reportados como “gastos de representación”. 
Ahora deberá venir una reforma al financiamiento privado, que es muy difícil de auditar y de controlar, ya sean empresas o personas físicas, con un método fiscalizable, tener controles para evitar que entre el dinero del narco y evitar así dejar la puerta entreabierta a todo aquél que quiera lavar dinero. 
Prácticamente nadie le ha puesto “peros”, de modo que podemos dar por hecho que por este lado veremos un ahorro efectivo de los recursos públicos.
Será ciertamente un buen inicio, pero ojalá el ajuste sea integral y parafraseando a Pedro Kumamoto, “Sin voto no hay dinero”
FB: Paco Ramirez
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