La proeza o el abismo, esas son las opciones del Real Madrid que se juega la temporada y la reputación de Zinedine Zidane en la vuelta de los cuartos de final de la Champions League este martes con la obligación de remontar el 2-0 cosechado en Wolfsburgo.
El volante colombiano James Rodríguez no ha sido anunciado como inicialista y como se ha vuelto costumbre en los últimos partidos, Zidane lo pondría como alternativa.
Los madridistas están al borde del precipicio y en el Santiago Bernabéu deberán superar una desventaja de dos goles, sin conceder un tanto en su estadio, que les condenaría a marcar por lo menos cuatro para clasificarse.
Caer ante el Wolfsburgo, 8º del campeonato alemán y debutante en los cuartos de final de la Liga de Campeones, sería un tremendo fracaso para el gran club blanco, rey de la máxima competición continental con 10 trofeos.
La eliminación también daría al traste con la mejor opción ‘merengue’ para evitar un segundo año en blanco, aunque en las últimas dos jornadas haya recobrado esperanzas en la Liga española.
En el Real Madrid, la crisis nunca está lejos y la situación de Zidane podría volverse muy inestable, pese a la prestigiosa victoria obtenida el 2 de abril en su primer clásico como entrenador frente al Barcelona (2-1).
En casa, el equipo suma más de cuatro goles por partido desde que el francés llegó al banquillo a principios de enero, como ocurrió el sábado ante el Eibar en el campeonato (4-0).
Un resultado así clasificaría a los madridistas, y sería un inmenso alivio y un gran éxito para un técnico joven como Zidane (43 años).
Frente a la velocidad del contragolpe del Wolfsburgo, los españoles llevarán el peso del partido, pero su potencia de fuego en la delantera debería marcar la diferencia, sobre todo con Cristiano Ronaldo, máximo goleador de la competición con 13 goles.
Zidane podrá disponer de todos sus efectivos para este miércoles.