Josep Guardiola tiene este martes la que quizá sea la prueba más importante desde su llegada a Múnich. El técnico del Bayer de dicha ciudad, que al final de la temporada se irá a dirigir al Manchester City de Inglaterra, tiene que darle vuelta a la eliminatoria que pierde 1-0 con el Atlético de Madrid, si no quiere dejar la Bundesliga como el estratega que fue eliminado tres años consecutivos en semifinales en la Liga de Campeones de Europa.
En las dos ediciones pasadas, fueron equipos españoles los que lo golearon y dejaron fuera del juego por el trofeo para luego coronarse como el mejor club de Europa. Real Madrid en la temporada 2013-14 por marcador global de 5-0, y Barcelona, un año más tarde, por 5-3, fueron los verdugos del cuadro bávaro, que si bien con Guardiola se ha robado la Liga alemana, en Champions se han quedado a un paso de la final.
En la presente campaña quien ya le ha puesto complicada la eliminatoria al Bayern Múnich es el Atlético de Madrid, club que se impuso 1-0 en la ida en el Vicente Calderón y que seguramente será una muralla difícil de superar en el compromiso definitivo.
De entrada, para ganar sin necesidad de definir la serie en tiempo extra, los alemanes deberán marcarle dos goles a los colchoneros y mantener su meta en cero. La realidad es que la misión luce complicada. Y es que en los 11 compromisos que han disputado los dirigidos por Diego Simeone en la actual Champions, apenas han recibido cinco tantos; tres en la fase de grupos y dos en cuartos de final en el choque de ida ante Barcelona.
El buen juego defensivo del Atlético ha dado de qué hablar en la eliminatoria. “Se van a meter todos atrás. No los ve saliendo a atacarnos. Más bien, esperando para tratar de cazar un contragolpe”, señaló Arturo Vidal, ofensivo del cuadro bávaro, situación que no inquieta en el equipo español. “No me preparo para gustarle a nadie. Soy empleado del Atlético de Madrid y trabajo para que el Atlético gane", sentenció Simeone.
Por su parte Guardiola, quien ha sido señalado por fracasar en su intento de llevar al Bayern a ganar la Champions, pidió que se le juzgue al finalizar la serie con el equipo español. “Todavía no estoy muerto, queda un partido. Me queda una bala, después se verá", expuso el DT que buscará ganar al frente del Bayern el único trofeo que tiene pendiente.