El Real Madrid venció este martes por 2-1 al Manchester United en la Supercopa de Europa disputada en Skopje, Macedonia, en un partido dominado de principio a fin por los blancos, muy superiores a su rival.
El centrocampista brasileño Casemiro abrió el marcador tras cruzar con la zurda y al primer toque un pase de Dani Carvajal (min. 25). En la segunda parte Isco Alarcón puso el 2-0 (52), al que replicó el belga Lukaku solo once minutos después (63).
El resultado ya no se movió y el Madrid, que lleva desde el año 2000 sin perder una final internacional (cuando cayó 2-1 ante Boca Juniors en el Mundialito de Clubes), levantó su primer título de la temporada 2017-18 y la cuarta Supercopa de su historia.
Cristiano Ronaldo comenzó el partido en la banca y no entró sino hasta los últimos minutos. En realidad, sus compañeros no necesitaron de su presencia para dominar de principio a fin al equipo de José Mourinho, otrora técnico del conjunto “Merengue”.
Se trata del sexto trofeo del Madrid desde que Zinedine Zidane llegó a la banca en enero de 2016, y su segundo de la Supercopa.
“Este equipo tiene mucha hambre y siempre quiere más”, destacó el entrenador francés. “Ha sido un partido casi perfecto, con una primera parte espectacular. Luego sufrimos, pero es una final y eso es normal”.
Casemiro estrelló un cabezazo en el travesaño y estuvo cerca de anotar con otro remate que pasó elevado, antes de abrir el marcador a los 23 minutos, tras una asistencia de Dani Carvajal. El brasileño se deslizó para impactar el balón de zurda. Isco aumentó la ventaja a los 52, luego de una pared con Gareth Bale.
Tras fallar un remate con el arco a su disposición, Romelu Lukaku descontó por United a los 62, cuando venció al arquero costarricense Keylor Navas, quien había tapado un potente disparo de Nemanja Matic.
Los jugadores necesitaron dos pausas en el partido para hidratarse, en medio de las temperaturas de 32 grados centígrados (90 Fahrenheit), que derivaron en que tres espectadores fueran hospitalizados.
Mourinho fracasó en su tercer intento de conquistar una Supercopa. Tras la ceremonia de premiación, el estratega portugués obsequió su medalla a un joven fanático. Más tarde, dijo que no tenía mucho sentido conservar la presea.
“Algunas veces no conservo la medalla ni cuando gano, mucho menos cuando pierdo”, indicó. “Para mí, la medalla terminaría en algún lugar de mi casa, y para ese chico es como ir a la Luna”.
En cambio, el capitán madridista Sergio Ramos indicó que siempre quiere tener más premios en casa.
“Ojalá nunca me canse de ganar”, manifestó. “He ampliado el museo en casa, porque hay alguno que otro (trofeo), pero no me canso de ganar”.
Momentos antes del pitazo final, un fanático sin camisa ingresó en la cancha y fue sometido por personal de seguridad.
Más de 2.500 agentes fueron emplazados para el encuentro. Hubo cuatro detenidos, por supuesta reventa de boletos.