Gaziantep.- Parece que México no tiene remedio: desperdició varias ocasiones de gol y perdió 1-0 el martes con Paraguay por lo que su suerte depende de un milagro en la Copa Mundial Sub20.
México volvió a exhibir imprecisiones a la hora de definir ya que acciones de peligro no le faltaron, tal como le sucedió en la primera fecha cuando perdió 2-1 con Grecia.
Su falta de puntería, combinada con una pizca de mala fortuna, tuvo su momento cumbre en el descuento cuando un tiro libre de Jorge Espericueta se estrelló en el travesaño. Por esa misma vía, Espericueta le marcó el gol a Grecia.
Paraguay sacó provecho a su empate 1-1 con Malí, que a continuación jugaba con Grecia.
El viernes se cerrará la acción cuando México choque con Malí, en Gaziantep, y Paraguay con Grecia, en Trabzon. México necesita ganar pero aun así su suerte depende de otros resultados.
Derlis González abrió la cuenta a los 51 minutos y ese mismo jugador estrelló poco después una pelota en el palo, ante no más de un millar de espectadores en el estadio Kamil Ocak de esta ciudad lindante con Siria.
Desfigurados y casi carentes de ideas, ambos equipos maltrataron bastante a la pelota, aunque México llegó con más claridad, al menos en la primera etapa. Pero otra vez adoleció de puntería a la hora de definir, con un Marco Bueno tan impreciso que solo duró un tiempo en la cancha y fue reemplazado por Jesús Escoboza.
Paraguay se plantó con una sincronizada línea de cuatro, apostó al contragolpe y se llevó el triunfo con un sutil toque por elevación de González, tras recibir de Arnaldo Sanabria y sorprender a la defensa del Tricolor en su fulminante aparición por izquierda.
México parece que no tiene remedio. Llega pero no convierte, como ocurrió en la primera etapa cuando un remate de Armando Zamorano se estrelló en un poste y otro posterior de Bueno pegó en la defensa paraguaya.
La estantería azteca tambaleó poco después del gol cuando otra vez González, atacante del Guaraní paraguayo, sacó un derechazo que le sacó chispas a un poste, ante en México que por entonces parecía derrumbado anímicamente.
Perdido por perdido, México adelantó sus líneas sin ningún sustento táctico y eso le pudo haber costado el segundo que por poco lo mete el peligroso González, pero su disparo se fue sobre el travesaño cuando estaba solo frente al arco.