Los 40 minutos que debieron viajar desde San José no fueron impedimento para que el Tricolor pasara una tarde de compras en San Francisco. Apresurados después de comer, cuerpo técnico y jugadores salieron del hotel de concentración para escuchar gritos de “¡Eeeehh… puuut…!”, por parte de las decenas de aficionados que sólo los vieron salir y se quedaron con las ganas de un autógrafo.
Todos en el autobús, a excepción de Giovani dos Santos, el plantel se dirigió al centro neurálgico de la ciudad californiana, donde un centro comercial fue el punto de dispersión.
Varios como el “Piojo”, aprovecharon los exclusivos descuentos que como seleccionados gozan en la tienda de la marca que viste al Tri, donde fueron abordados por algunos fanáticos del cuadro verde.
La Selección entrenó por la mañana en el Buck Shaw Stadium, tal como este lunes, y tras ello pasó al hotel para comer y dirigirse al “shopping”, para lo que tampoco faltaron “europeos” como Guillermo Ochoa, Andrés Guardado y Javier Aquino, si bien ellos buscaron pasar más desapercibidos.
El plantel tendría alrededor de cuatro horas, hasta las 19:30 (21:30 de México) para relajarse, ya que a esa hora tenían que volver al hotel para la cena.
Este jueves, el equipo nuevamente sostendrá una práctica a puerta cerrada, mientras que la Selección Chilena, rival de los mexicanos para el próximo sábado, arribará a San Francisco por la noche, luego de pasar un par de días de concentración en Miami.