El británico Lewis Hamilton, campeón mundial de Fórmula Uno, afronta el GP de China en Shanghái con la esperanza de haber resuelto los problemas que tuvo Mercedes en Malasia y con la confianza de pilotar en un circuito que "se adapta muy bien" a su estilo y en el que ganó el año pasado.
"Malasia fue un fin de semana duro. Siempre pasa con el calor, pero con los problemas del coche el viernes, la lluvia en la calificación del sábado y una carrera, el domingo, que no salió como estaba previsto, esta carrera fue particularmente exigente", afirma Hamilton en un comunicado del equipo.
El británico cree que tomaron las decisiones correctas "pero siempre hay margen para mejorar", advirtió, "y hemos estado trabajando a fondo para analizarlo todo con miras a China".
"Shanghái es uno de mis lugares favoritos, sencillamente por los aficionados. No sé cómo, pero desde que llegas al aeropuerto saben que estamos allí. Es maravilloso el apoyo que recibimos allí. El circuito es diferente a Albert Park y Sepang pero disfruto mucho en él y se adapta muy bien a mi estilo de pilotaje", señaló.
"Gané la carrera el año pasado y sólo dos veces he terminado fuera del podio, así que el objetivo es regresar a la cabeza", subrayó Hamilton, que lidera el campeonato con tres puntos de ventaja sobre el alemán Sebastian Vettel (Ferrari).