Mal fin de semana para el mexicano Sergio Pérez en una atípica carrera, desde las prácticas Hungaroring le dejó ver su suerte con una sorpresiva rotura de la suspensión.
Ya en carrera tuvo rendimiento para los puntos, pero la fortuna no le sonrió y terminó
abandonando el Gran Premio de Hungría.
Después de estar en la P6 y P8, tras su primera parada en boxes, un contacto con el venezolano Pastor Maldonado le condenó la carrera en la vuelta 20, el coche pudo continuar, pero ya “tocado” no tuvo mejor rendimiento para regresar a pelear por las primeras 10 posiciones.
En la vuelta 53, "Checo" iba por tercera vez a pistas, aunque en esa ocasión ya no salió de nuevo a pista y abandonaba por problemas mecánicos, entro ellos un desgaste excesivo de frenos, que lo dejan frustrado en una carrera que el coche prometía para dar más batalla.
“Tuve una buena arrancada, (aunque) no estaba conforme con el balance del auto durante todo el fin de semana. Pudimos avanzar, estábamos adentro de los puntos sin ningún problema, íbamos muy bien, desafortunadamente el contacto de Pastor (Maldonado) arruinó todo nuestro fin de semana”, apuntó.
Consideró que la nueva versión del coche es un aliciente para estar peleando mejores posiciones, siempre y cuando, no suceden imprevistos de este tipo, por lo que la segundo mitad de temporada que viene es en lo único que piensa ahora para cerrar un inicio lleno de altibajos.
“La primera mitad (de temporada) ha sido positiva y creo que tenemos todo para mejorar. Ahora me tengo que adaptar mejor al auto (la versión B del VJM08). Desde que llegó el auto nuevo no he tenido fines de semana muy sólidos. La velocidad está ahí, es cuestión de poner todo junto y vamos a seguir sumando puntos importantes”, sentenció.