El mexicano Alejandro Chávez logró hoy la primera medalla para México en los Mundiales de Natación de Barcelona al colgarse el bronce en la modalidad de saltos de trampolín de 1 metro.
Chávez tuvo una actuación muy regular que le permitió mantenerse con opciones de subir al podio durante toda la prueba, aunque fue su último salto -un carpado hacia dentro con dos mortales y medio- el que le permitió acceder al tercer puesto del cajón.
El oro fue, como era de esperar, para el chino Li Shixin, quien revalidó el título de campeón mundial logrado en Shanghái 2011, al firmar los dos mejores saltos -los dos últimos- de todo el concurso: un carpado con doble mortal y medio hacia dentro y otro carpado con triple mortal y medio hacia delante que arrancaron la sonora ovación del público.
La plata fue para el ucraniano Illya Kvasha, vigente campeón de Europa de esta modalidad y que, al igual que Shixin, se dejó lo mejor par el final. Pues su último salto invertido con dos tirabuzones y medio le arrebató la segunda posición a Chávez.
Rommel Pacheco, el otro mexicano que disputó la final, quedó séptimo, mientras que el colombiano Sebastian Morales acabó octavo.
El bronce de Chávez, que se aprovechó de un error en el quinto salto del francés Matthieu Rosset, campeón europeo de trampolín de 3 metros y uno de los favoritos para subir al podio, es el primer metal que logra México en estos Mundiales.
En la primera jornada, las clavadistas Arantxa Chávez y Laura Sánchez se quedaran a dos puntos de las medallas -fueron cuartas- en la prueba de saltos sincronizados en trampolín de 3 metros.