Cuarenta de las mujeres fueron secuestradas en la aldea de Waga Mangoro y otras 20 en la vecina Garta, que fueron tomadas por milicianos de Boko Haram el fin de semana, después de que el gobierno anunció el viernes pasado que alcanzó un alto al fuego con ese grupo radical.
De acuerdo con las declaraciones de varios residentes, decenas de insurgentes que llegaron en motocicletas y furgonetas irrumpieron durante la noche del sábado en las aldeas, saqueando las viviendas y matando a varios hombres, que intentaron contenerlos.
"Llegaron numerosos insurgentes armados, fueron matando a todos los hombres y niños que encontraron, mientras iban de casa en casa y secuestraron a mujeres y niñas", afirmó Kuva Azira, un residente de Garta que logró escapar y llegar este jueves hasta la ciudad de Yolo.
En declaraciones a la prensa, Azira aseguró que los presuntos insurgentes se encuentran todavía en su aldea y en Wagga Mangoro, donde también mataron a varios hombres y se llevaron 40 mujeres jóvenes, cuyo destino se desconoce, según un reporte del diario “Punch”.
Otro residente, identificado como Kwada Tizhe, afirmó, por separado, que los terroristas se llevaron a 40 mujeres, algunas de ellas menores de 12 años, tras tomar el control de Wagga Mangoro, saquear decenas de viviendas y matar a “muchos hombres”.
Los secuestros no han sido confirmados por las autoridades de Nigeria, aunque el portavoz del gobierno de Adamawa, Phineas Elisha, reconoció ante periodistas que las dos comunidades se encuentran bajo el control de Boko Haram.
Emmanuel Kwache, líder comunitario de Michika, un pueblo vecino a las dos aldeas atacadas, confirmó que varios militantes siguen aún en Waga Mangoro y Garta, aunque no tiene información exacta del número de mujeres secuestradas.
El secuestro se conoce a menos de una semana de que el Ejército anunció que había acordado un alto el fuego con Boko Haram, que podría ayudar en las negociaciones que el gobierno mantiene con el grupo islamista para liberar a las más de 200 niñas que tiene en su poder desde abril pasado.
Las niñas fueron secuestradas de un internado del norteño estado de Borno, que se encuentra desde hace un año en poder de Boko Haram, cuyo nombre significa en lengua husa “la educación no islámica es pecado”.