China es uno de los países con la menor tasa de donación en el mundo, sólo 0.6 por millón de habitantes, debido en parte a creencias culturales, por lo que desde hace años adoptó esa práctica por la cual ha sido fuertemente criticada por grupos pro derechos humanos.
“Todos los órganos que se utilicen en futuros trasplantes deberán ser de donantes”, aseguró Huang en un discurso durante un foro en la ciudad de Kunming, donde indicó que la prohibición entrará en vigor a partir del próximo 1 de enero de 2015.
Los 38 principales centros de trasplantes ya han comenzado a detener el uso de órganos extraídos de los presos ejecutados, sostuvo aunque hizo hincapié en la urgente necesidad de que se incrementen las donaciones en China.
Refirió que cada año cerca de 300 mil pacientes que necesitan un trasplante están en lista de espera, pero que sólo se llevan a cabo 10 mil operaciones, y agregó que únicamente hay 169 hospitales en el país habilitados para realizar estas intervenciones quirúrgicas.
Los números están lejos de ser los ideales, señaló el directivo y explicó que hay dos razones detrás del lento desarrollo de la donación de órganos en China, de acuerdo con reportes del diario South China Morning Post.
El primero es la falta de entusiasmo debido a la mentalidad tradicional y segundo las preocupaciones de la gente acerca de si sus órganos serán asignados de manera imparcial, abierta y justa, enfatizó.
Sin embargo se dijo optimista sobre el futuro, ya que las campañas de donación voluntaria de órganos ha tenido frutos a través del país, pues entre 2010 y 2013 sólo mil 448 personas donaron, pero en lo que va de este año ya lo han hecho mil 500 chinos.
Los reos ejecutados han sido durante años fuente clave para trasplantes, por lo que organizaciones internacionales promotoras de los derechos humanos han criticado a las autoridades chinas por extraer sus órganos sin su consentimiento.
La organización Amnistía Internacional (AI) celebró los planes anunciados por Huang como “un paso positivo hace adelante en el historial de derechos humanos en China” al resaltar la importancia de la donación voluntaria.