La Organización Mundial de la Salud (OMS) reveló este lunes que en otros países se registraron 15 víctimas más, después de que seis personas murieran en Mali, una en Estados Unidos y otras ocho en Nigeria, un saldo que se mantiene estable desde hace varias semanas.
Sierra Leona permanece como el país más duramente golpeado por la epidemia, con un total de 9,772 casos registrados hasta el 3 de enero, con un total de 2,915 fallecidos.
En Liberia, que durante el desarrollo del brote llegó a ser la zona más afectada pero que después registró un descenso de la propagación de la enfermedad, hubo 8,115 infectados y 3,471 muertos, según un balance cerrado el 31 de diciembre.
En Guinea, el país donde se declaró el brote hace un año, la epidemia ha provocado 2,769 casos y 1,767 muertos hasta el 3 de enero.
España y Senegal, que registraron un caso cada uno, fueron declarados exceptos del virus.
En Gran Bretaña, una enfermera que regresó de Sierra Leona se debatía entre la vida y la muerte, mientras que otros dos trabajadores sanitarios, que también volvieron del país africano, fueron puestos en observación en Estados Unidos y Alemania.
Por otra parte la OMS cifró en 678 el total de trabajadores sanitarios contagiados, de los cuales 382 murieron, según datos al 28 de diciembre.