El ataque se registró la madrugada de este domingo en la aldea de Mabass, en la región del Lejano Norte, cerca de la frontera con Nigeria, y provocó la muerte de al menos tres personas y la destrucción de al menos 80 viviendas.
El ministro de Información y portavoz del gobierno de Camerún, Issa Tchiroma Bakary, confirmó el ataque y que los milicianos se llevaron consigo a al menos 50 adultos, en su mayoría mujeres, y a unos 50 niños, entre los 10 y 15 años, cuyo destino es incierto.
"Estamos tratando con personas de barbarie, la gente fuera de la ley", dijo Bakary, tras considerar que "nada puede evitar su asesinato", según un reporte de la edición electrónica del diario nigeriano This Day.
El vocero del gobierno de Camerún indicó que soldados repelieron el ataque y que hubo un intercambio de disparos con los asaltantes del grupo islamista nigeriano, que se prolongó por varias horas.
El ataque y secuestro ocurre 11 días después de que el grupo radical amenazó al presidente de Camerún, Paul Biya, con efectuar dentro del territorio camerumés atentados similares a los que llevaba a cabo en Nigeria.
En un video difundido en YouTube el 7 de enero pasado, el líder del grupo islamita, Abubakar Shekau, condenó los bombardeos que el Ejército de Camerún ha lanzado contra sus bastiones y pidió al mandatario poner fin a ellos, "si no quería pagar las consecuencias".
"Paul Biya, si no pones fin a tu plan maléfico, tendrás lo mismo que lo que precipitó la caída de Nigeria", afirmó Shekau en árabe en referencia a los ataques y secuestros que Boko Haram ha realizado casi a diario en los últimos meses en el vecino país.
Desde principios del año pasado, el grupo islamista nigeriano ha multiplicado sus ataques en la región del extremo norte de Camerún, una de las zonas donde se ha refugiado, obligando al ejército camerunés a llevar a cabo ataques aéreos en su contra.
Esta mañana un atacante suicida, presunto miembro de Boko Haram, se inmoló en la ciudad de Potisskum, norte nigeriano, provocando la muerte de al menos cuatro personas e hiriendo a otras 35.
Los ataques en Nigeria y Camerún, que ponen de relieve la creciente amenaza regional que representa Boko Haram, ocurrieron antes de que las tropas de Chad comenzaron a llegar este domingo al territorio camerunés para repelen la ofensiva del grupo en el norte nigeriano.
El grupo radical, que lucha por establecer un Estado islámico en Nigeria, país de mayoría musulmana en el norte y con predominio cristiano en el sur, se ha apoderado en los últimos meses de más de una veintena de localidades, donde proclamó un califato.
El año pasado, unas tres mil 500 personas murieron en múltiples ataques perpetrados por el grupo terrorista, que según datos del gobierno nigeriano ha asesinado a unas 13 mil personas y herido a otras ocho mil más en los últimos cinco años.