"El pedido de clemencia de Rodrigo Gularte fue rechazado por las autoridades indonesias", dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil
Gularte, de 42 años, fue condenado a muerte en 2005 por ingresar al país con seis quilos de cocaína escondidos en tablas de surf.
Todavía no fue fijada una fecha para su ejecución, agregó la cancillería.
El fin de semana Indonesia sometió a la pena capital a seis condenados, entre ellos al brasileño Marco Archer Cardoso, también por narcotráfico.
Tras su fusilamiento, la presidenta Dilma Rousseff, que intentó en vano interceder por la vida de Cardoso Moreira, llamó a consultas al embajador brasileño en Yakarta, en rechazo a la decisión.
Moreira fue el primer brasileño ejecutado en el exterior.
La cancillería brasileña aseguró este martes que realiza las gestiones necesarias para "agotar todas las posibilidades de conmutación de la pena de Rodrigo Gularte permitidas por el ordenamiento jurídico de Indonesia".
Aunque le fue negado el segundo y último pedido de clemencia previsto en el proceso, la defensa del brasileño aún guarda esperanzas de que Yakarta reconsidere su decisión por razones médicas.
Diagnosticado con esquizofrenia, Gularte podría evitar la muerte si fuese internado en un hospital psiquiátrico, de acuerdo con la ley indonesia.
La madre del brasileño, que lo visitó por última vez en agosto de 2014, contó al programa "Fantástico" de la TV Globo que lo vio "totalmente transformado" y quince quilos más delgado.
"Reconozco que Rodrigo cometió un error, pero creo que la pena de muerte... tampoco fue un crimen tan grave. Y está (preso) desde hace más de diez años, creo que ya pagó suficiente", declaró Clarisse Gularte durante la entrevista.