El incidente comenzó la tarde del miércoles cuando seis reos que cumplían condenas de entre 25 años y cadena perpetua en la prisión de Talia, en la ciudad portuaria de Kaohsiung, secuestraron al director de la cárcel y a otro funcionario, reportó la agencia de noticias Xinhua.
Antes de tomar a los rehenes, los presos —sentenciados por robo, asesinato y delitos de drogas— irrumpieron en la armería de la cárcel y se apoderaron de cuatro fusiles, seis armas cortas y más de 200 balas, precisó Ying-shay a la prensa.
Enseguida, los prisioneros pidieron vehículos y presentaron una serie de demandas que exigían fueran transmitidas por la televisión estatal, mientras la policía rodeó la prisión y pidió a familiares de los amotinados que intercedieran para lograr la liberación de los rehenes.
Los presos demandaban un mejor pago por sus trabajos que realizaban en el penal y atención médica, además denunciaban malos tratos en la cárcel y la supuesta imparcialidad de la justicia con políticos corruptos.