La planta, que abastece la zona central y occidental del país, era resguardada por las fuerzas islamistas “Falange 166”, que huyeron de la planta tras el ataque del EI, que dejó al menos un muerto y ocho heridos.
La milicia de élite “Falange 166” forma parte de la plataforma Fayer Libia (Amanecer de Libia), fiel al gobierno rebelde de Trípoli.
“La planta (...) fue tomada. Ahora la ciudad de Sirte ha sido liberada completamente”, señaló el EI en un mensaje difundido por medios internacionales.
En los últimos meses, la rama libia del EI ha consolidado su posición en la ciudad de Darna, en el este del país, además tomó la ciudad de Sirte, a unos 250 kilómetros de Trípoli, aprovechando el conflicto civil que vive el país para extender su control por el territorio.
El viernes pasado, los yihadistas también ocuparon la base militar de Al Qardabiya, desde la que se controla el aeropuerto civil de Sirte, en la costa mediterránea.
Según testigos, su bandera negra ondea ya en sus edificios y en las proximidades de las ruinas de lo que un día fue el proyecto megalómano del fallecido líder Muamar Gadafi -el gran río artificial-.
La captura de la central eléctrica en Sirte coincide cuando las partes en conflicto en Libia se reúnen en Marruecos, bajo los auspicios de las Naciones Unidas, para tratar de consensuar una agenda que empiece por la formación de un gobierno de “unión nacional”.
Desde la muerte de Gadafi, dos gobiernos, uno considerado rebelde establecido en Trípoli, y otro internacionalmente reconocido con sede en Tobruk, luchan por el poder apoyados por milicias islamistas y militares del antiguo régimen.