el 10 y el 12 de julio próximos.
Para garantizar la seguridad "tanto del visitante como de su comitiva", la Policía indicó en un comunicado que prohibió también, en los recintos en los que está prevista la presencia del papa, la colocación de pasacalles o carteles que obstaculicen la vista y portar armas de cualquier tipo, así como municiones y petardos.
Organizaciones campesinas, indígenas, de trabajadores y estudiantes han anunciado movilizaciones coincidiendo con la visita del pontífice, que consideran que está motivando un maquillaje de los problemas del país.
Las organizaciones critican que el papa no tomará conciencia de los principales conflictos del país, como la falta de tierras, tanto para los campesinos y pequeños productores agrícolas, como para las comunidades indígenas que ven obstaculizado su acceso a sus lugares ancestrales.
Francisco tiene previsto reunirse con algunas de estas organizaciones en su segundo día de visita, en un evento al que algunas asociaciones invitadas, como las representantes de mujeres transexuales y lesbianas, declararon que no acudirán dado que exigen "un estado laico y sin discriminación".
Por otra parte, en los espacios en los que esté el papa también estará prohibida la distribución, comercialización y consumo de bebidas alcohólicas, y se impedirá el acceso a personas alcoholizadas y bajo efectos de estupefacientes.
Tampoco estará permitido acceder a estos espacios con sombrillas, máscaras u otro material que dificulte la identificación.