En una declaración emitida a través de las redes sociales, el grupo islamista se atribuyó la agresión contra la embarcación militar egipcia, que fue destruida por el fuego generado por los misiles.
Junto con su mensaje, Provincia Sinaí publicó en línea varias fotografías, en las que se muestra el lanzamiento de un cohete en dirección a un barco, que estalla en llamas con el impacto, según un reporte de la edición electrónica del diario estatal Al-Ahram.
El grupo militante, considerado el más letal en Egipto y que el año pasado prometió lealtad al EI, que controla grandes extensiones territoriales de Siria e Irak, ha llevado a cabo recientemente varios ataques contra las fuerzas de seguridad y la policía de Egipto.
En un comunicado previó, el Ejército egipcio informó el ataque contra una embarcación por parte de “elementos terroristas”, quienes fueron repelidos a tiros por el servicio de guardacostas, desatándose un intercambio de disparos.
El incidente se registró a unos 18 kilómetros al norte del puerto de Damietta, al oeste de la ciudad de Port Said, en el Canal del Suez, por donde decenas de barcos comerciales transitan a diario.
La declaración destacó que el incidente no provocó la pérdida de vidas, sólo lesiones a cinco miembros de sus fuerzas y sólo el incendio del buque militar, que fue atacado desde un barco de pesca, el cual fue destruido por elementos de la Guardia Costera.
El Ejército aseguró que había destruido además otros tres barcos de los militantes y capturado a 32 personas en lo que denominó un "incidente terrorista".
Desde el derrocamiento del presidente Mohamed Mursi en julio de 2013, los grupos yihadistas han multiplicados sus atentados contra las fuerzas de seguridad, en represalia a la represión contra los partidarios del exmandatario, que han causado más de mil 400 muertos.
Provincia de Sinaí se atribuyó la responsabilidad de los ataques lanzados el pasado 1 de julio contra más de 15 sitios de las fuerzas de seguridad y una comisaría en la ciudad de Sheij Zuweid, en el norte del Sinaí, que dejaron 50 muertos, entre soldados, policías, civiles y milicianos.