según datos hasta el cierre de esta edición.
El anuncio lo realizó en una rueda de prensa tras un recorrido por poblaciones de la costa, azotadas por el terremoto, en el que reiteró que no hay alerta de tsunami, ni afectación en represas de agua.
Según el vicepresidente, hasta el momento se han registrado 189 réplicas de diversa intensidad del terremoto, que se produjo a las 18.58 horas del sábado entre los balnearios costeros de Cojimíes y de Pedernales, en la provincia de Manabí y colindante con la vecina Esmeraldas.
Tras el desastre, el Gobierno ecuatoriano declaró el estado de emergencia en las provincias de Esmeraldas, Manabí, Guayas, Santo Domingo de los Tsáchilas, Los Ríos y Santa Elena, así como el estado de excepción en todo el territorio nacional.
Glas agradeció la ayuda internacional ofrecida y que ha comenzado a llegar, y pidió a la población no arriesgar su vida por tratar de rescatar enseres de los escombros.
Insistió en que la "prioridad" es el rescate y la atención a la ciudadanía. "Luego, con mucha fuerza y con profunda unidad vendrá la reconstrucción", dijo.
Durante uno de sus recorridos por las zonas afectadas, Glas calificó hoy de "catástrofe" lo ocurrido en ciertas zonas de la costa ecuatoriana.
"Es una tragedia que la estamos enfrentando, ya llega más fuerza pública, vituallas, agua, seguridad; estamos tratando de restablecer el servicio público de electricidad en algunas partes de la ciudad. Estamos en una situación de catástrofe en algunas partes de Portoviejo, en algunas partes de Manta", dijo Glas a la televisión Teleamazonas.
Pidió unidad, fuerza y fe a los ecuatorianos y, a nombre del presidente de Ecuador, Rafael Correa, se solidarizó con las familias de las víctimas del terremoto.
El gobernante está de regreso desde Europa tras participar en un foro para conmemorar la publicación de la encíclica del papa Juan Pablo II "Centesimus Annus" y se prevé que llegue en la tarde a la ciudad de Manta, una de las más afectadas por el terremoto.
Las redes sociales se convirtieron en las últimas horas en Ecuador en un mar de angustias, solidaridad y ayuda tras el terremoto de magnitud 7,8 en la escala abierta de Richter, que ha dejado 235 fallecidos y 1.557 heridos hasta el momento.
Tan pronto ocurrió el terremoto este sábado a las 18.58 hora local del sábado (23.58 GMT), entre los balnearios costeros de Cojimíes y de Pedernales, en la provincia de Manabí y colindante con Esmeraldas, pero que se sintió en gran parte del territorio ecuatoriano, las redes sociales fueron fundamentales para la ciudadanía.
A diferencia de varias líneas telefónicas, las redes sociales y aplicativos de comunicación, como Whatsapp, permitieron a los ciudadanos constatar el estado de salud y ubicación de familiares y amigos.
Tan pronto ocurrió el terremoto, Twitter fue, a momentos, un muro de lamentos de usuarios que reclamaban más información oficial, pero luego abundaron los mensajes de solidaridad de ciudadanos de a pie que, inmediatamente, comenzaron a organizar colectas y a fijar puntos de encuentro para que hoy se entreguen vituallas.
Un hombre pedía ayuda por Facebook para trasladar en helicóptero a una de sus hijas heridas que, junto a su otra hija y su esposa, fueron rescatadas ocho horas después de quedar atrapadas entre los escombros.
Una mujer agradecía desde otro país, según indicaba, en medio de lágrimas de felicidad, pues gracias a mensajes por Twitter logró contactar con su padre una vez que difundió una fotografía de él y lo localizaron en un centro de atención de la Cruz Roja.
Otra mujer lamentaba la muerte de su padre y pedía en Twitter que recen por su madre que estaba ingresada en un hospital.
Conforme pasaban las horas, se reproducían los mensajes de gente pidiendo información sobre familiares. Fotografías y números de teléfono de contacto circulan por las redes sociales en busca de ayuda. También aquellos que agradecían por las reproducciones de sus mensajes tras localizar a sus allegados.
Las fotografías y vídeos que circularon en las primeras horas del día sobre el momento mismo del terremoto o sus repercusiones fueron dando paso con el avance de las horas a imágenes de gente entregando ayuda en diversos puntos del país.
Agua, alimentos, frazadas, figuran, entre otros, en la lista de los productos que se han dejado en iglesias, puntos de acopio liderados por municipios, instituciones estatales e, incluso, en lugares dispuestos por ciudadanos organizados espontáneamente.
Pero la ayuda no se limitó a la donación de vituallas, en las redes sociales se extendieron pedidos de personal de salud para apoyar en la zona e incluso se exhibieron números telefónicos para ofrecer apoyo profesional psicológico y emocional gratuito.