El responsable de Defensa de la embajada belga en Rusia recibió el jueves por la tarde una "presunta prueba" de parte del ministerio ruso de Defensa, que implica a cazas F-16 belgas en un ataque aéreo en la región de Alepo, indicó el ministerio belga de Defensa en un comunicado.
"Esta presunta prueba consistía en un mapa con un itinerario de vuelo (...) que sería el de los aviones belgas", pero los números de identificación que se les atribuyen "no son correctos y no corresponden con aviones de la fuerza aérea belga", precisa el comunicado.
El ministro belga de Defensa, Steven Vandeput, negó este jueves de nuevo cualquier responsabilidad de su aviación en el ataque, al tiempo que reclamó que "estas acusaciones sin fundamento se retiren formalmente", concluye el comunicado.
El gobierno belga convocó asimismo al embajador ruso en Bruselas, Alexander Tokovinin, quien fue recibido durante casi una hora en la sede de la cancillería, según la agencia Belga, para una entrevista "decepcionante" sin aportar pruebas de las acusaciones, en palabras del ministro de Exteriores Didier Reynders.
Moscú es el objeto de las críticas de los países occidentales por su apoyo al ejército del régimen sirio de Bashar al-Assad en su ofensiva contra los sectores controlados por los rebeldes en el este de Alepo.