Minutos después de producirse el fuerte temblor, a las 11:22 horas local, las autoridades decretaron alerta preventiva de tsunami y la evacuación obligatoria del litoral en las regiones sureñas de Biobío, La Araucanía, Los Lagos, Los Ríos y Aysén.
Sin embargo, transcurridas dos horas desde que se registró el sismo, que duró dos minutos, la Onemi levantó la aplicación de medidas preventivas en la región de Biobío, la más alejada de la Quellón, en la isla grande del archipiélago sureño de Chiloé, donde más se sintió.
Además, también retiraron la alerta máxima de tsunami en la región de los Lagos, donde no obstante se mantiene el estado de precaución, para que la población se mantenga alejada al menos a 80 metros del borde costero.
El estado de precaución se mantiene también en las regiones de La Araucanía, Los Ríos y Aysén.
Tras el fuerte movimiento, se registraron al menos nueve réplicas de magnitudes entre 3.5 y 5.2 grados.
El director de la Onemi indicó que como consecuencia del terremoto -que tuvo una profundidad de 30 kilómetros y cuyo epicentro se situó a 67 kilómetros al noroeste de Melinka, en la región de Aysén- se ha producido un corte en la carretera de Quellón, a mil 284 kilómetros al sur de Santiago, y desperfectos menores en vías secundarias, así como interrupciones parciales del suministro eléctrico.
El terremoto dejó incomunicada a la isla grande del archipiélago de Chiloé, donde fue suspendida la actividad de los transbordadores en el canal de Chacao, que la une con el continente.
El fuerte movimiento afectó las regiones de Biobío, La Araucanía, Los Ríos, Aysén y, especialmente, a la de Los Lagos, y obligó al desalojo de 4 mil personas de esta última.
La localidad más afectada es Quellón, situada en la isla grande de Chiloé, un archipiélago que en 1960 se vio duramente castigado por el dramático terremoto de Valdivia, el mayor del que se tiene registro en la historia, que alcanzó una magnitud de 9.5 y provocó cerca de 2 mil muertos y dos millones de damnificados.