La decisión representó la primera confrontación de Rusia con Estados Unidos en el seno del Consejo de Seguridad desde que Donald Trump asumió la Presidencia estadounidense, y revela las profundas diferencias que mantienen ambos países en la arena internacional.
Este es el séptimo veto que usa Rusia, y el sexto de China, en el Consejo de Seguridad en el caso de la guerra civil en Siria.
El proyecto de resolución expresaba “su firme convicción de que las personas responsables de la utilización de armas químicas en Siria deben ser investigadas y enjuiciadas, según proceda, ante un tribunal competente que sea independiente e imparcial”.
El documento, propuesto por Estados Unidos, Francia y Reino Unido, los otros tres miembros permanentes del Consejo de Seguridad, recibió el voto en contra de Bolivia y las abstenciones de Egipto, Etiopía y Kazajistán.
El representante adjunto de Rusia ante la ONU, Vladimir Safronkov, indicó que la resolución entorpecería las negociaciones de paz internacionales para Siria, que se llevan a cabo desde la semana pasada en Ginebra, Suiza.
La representante permanente de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, calificó el documento como apropiado dadas las circunstancias, y consideró que fue “un día triste en el Consejo de Seguridad cuando los miembros comienzan a poner excusas para que otros Estados miembros maten a su propio pueblo".
La resolución fue propuesta luego de que una investigación conjunta de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) y la ONU confirmara el año pasado que las fuerzas del gobierno sirio eran responsables de al menos tres ataques con cloro contra la población.
La investigación determinó que al menos otro ataque, realizado con sulfuro de mostaza, fue perpetrado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
El director del organismo civil Human Rights Watch (HRW) para la ONU, Louis Charbonneau, condenó la decisión de Rusia y de China y urgió a la comunidad internacional a buscar vías alternas para que los responsables de ataques con armas químicas en Siria rindan cuentas de sus actos.
“La decisión cínica de Rusia y China de vetar una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU proponiendo sanciones a funcionarios sirios vinculados a ataques químicos envía un claro mensaje de que el uso de armas prohibidas en Siria puede quedar impune”, aseveró Charbonneau.