Tillerson ordenó una "revisión obligatoria de redes sociales" para todos los solicitantes que alguna vez hayan estado en territorios controlados por Estado Islámico, en lo que dos ex funcionarios estadounidenses dijeron que sería una expansión amplia y laboriosa de las revisiones de datos personales.
En la actualidad, el escrutinio en redes sociales por parte de funcionarios consulares es poco común, explicó uno de los ex funcionarios.
Cuatro cables, o memorandos, emitidos por Tillerson en las últimas dos semanas ofrecen información sobre cómo el gobierno de EEUU está implementando lo que el presidente Donald Trump ha llamado un "escrutinio extremo" de extranjeros que entren a Estados Unidos, que fue una de sus principales promesas de campaña.
Los cables también demuestran los obstáculos administrativos y logísticos que enfrenta la Casa Blanca para ejecutar su visión.
Los memorandos, que no habían sido reportados previamente, entregan instrucciones para implementar el decreto ejecutivo revisado de Trump del 6 de marzo que prohíbe temporalmente el ingreso de ciudadanos de seis países de mayoría musulmana y a todos los refugiados, además de un fortalecimiento obligatorio de la revisión de datos de los solicitantes de visas.
El último cable visto por Reuters, emitido el 17 de marzo, mantuvo una instrucción para que los jefes consulares en cada misión diplomática creen grupos de trabajo de funcionarios de la ley y de inteligencia para "desarrollar una lista de criterios para identificar conjuntos de poblaciones solicitantes que requieran de mayor escrutinio".
Trump ha dicho que el reforzamiento del escrutinio de extranjeros es necesario para proteger a Estados Unidos de ataques terroristas.
Abogados de inmigración sostienen que esa orientación podría llevar a que los solicitantes de visas sean examinados sobre la base de su nacionalidad o religión y no porque representen realmente una amenaza a Estados Unidos.
"Lo que este texto hace (...) es dar permiso a los puestos consulares para que (...) amplíen la búsqueda de grandes grupos sobre la base de factores brutos, como nacionalidad y religión", comentó Jay Gairson, un abogado de inmigración en Seattle que tiene muchos clientes de países que serían afectados por la prohibición de viajes de Trump.
Funcionarios del Departamento de Estado declinaron comentar sobre aspectos específicos de los cables, argumentando que se trata de comunicaciones internas.