"Llamamos a todos los combatientes de Sham (Siria) a encender los frentes", dijo en un comunicado publicado en internet Tahrir al Sham.
El ataque dejó por lo menos 58 personas muertas y unos 170 heridos, y provocó una oleada internacional de indignación. El ejército sirio desmintió categóricamente haber estado implicado en el episodio.
"Le prometemos al régimen y a sus aliados una venganza que reconfortará al corazón de nuestro pueblo en Jan Sheijun en particular y en toda Siria", dijo.
Al menos 19 niños y 13 mujeres están entre los fallecidos, según denunció el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).