En rueda de prensa, junto al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), el mandatario estadounidense aseguró que la paz no puede surgir donde se recompensa la violencia.
"La paz nunca puede arraigar en un lugar donde la violencia es tolerada, financiada e incluso recompensada", señaló el mandatario estadounidense, al resaltar que su homólogo palestino "se ha comprometido a tomar medidas firmes y necesarias para luchar contra el terrorismo".
En repetidas ocasiones, Trump había señalado que alcanzar la paz en la región "no es tan difícil como parece", pero cambió este discurso en Jerusalén para admitir que es una tarea complicada.
"Estoy verdaderamente esperanzado de que Estados Unidos pueda ayudar a Israel y a los palestinos a forjar la paz y traer nueva esperanza a la región ya su gente", afirmó Trump.
"Si los israelíes y los palestinos pueden hacer la paz, comenzará un proceso de paz en todo el Medio Oriente", apuntó Trump sin elaborar ningún plan para reanudar las conversaciones.
A su vez, Abbas comentó que los palestinos "están comprometidos a trabajar con (Trump) para alcanzar un acuerdo histórico de paz entre nosotros e Israel", agregando que "el principal problema es con la ocupación y los asentamientos".
Trump aprovechó la ocasión para expresar sus condolencias a las familias de las víctimas del atentado contra un concierto de la cantante Ariana Grande en Manchester y calificó a los responsables del ataque como unos "malditos fracasados".
El mandatario estadounidense llegó a la ciudad cisjordana de Belén para entrevistarse con el presidente palestino, sobre las posibilidades de reiniciar un proceso de paz con Israel. La comitiva oficial llegó a la Muqata, el palacio presidencial.
Los vehículos de la comitiva redujeron la velocidad cuando se acercaban al puesto de control militar israelí de la Tumba de Raquel y, tras cruzarlo, recorrieron la avenida decorada con banderas palestinas y estadounidenses y con carteles con la imagen de Trump y Abbas y el mensaje: "La Ciudad de la Paz da la bienvenida al Hombre de la Paz".
"La presencia de seguridad a lo largo de la ruta hacia Cisjordania era sobresaliente, incluso para los estándares habituales de protección presidencial", aseguró un periodista que viaja con la comitiva.
Los principales accesos de seguridad amanecían esta mañana con un enorme dispositivo de seguridad y la policía palestina había cortado totalmente el tráfico a lo largo de la principal avenida que cruza la urbe (la carretera Jerusalén-Hebrón) y varias calles adyacentes.
La breve visita a Belén ocurrió un día después de que Trump se reunió con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, mientras los palestinos realizaban una huelga general en apoyo a cientos de prisioneros en huelga de hambre detenidos en cárceles israelíes.