fuertes vientos a la zona.
El secretario de Estado de Administración Interna, João Gomes, destacó que el viento puede dificultar, aún más, las tareas de control y extinción del fuego, que continúa con varios frentes activos.
De los 57 heridos, seis de ellos se encuentran en grave estado, de acuerdo con los datos ofrecidos por Gomes, aún provisionales, sobre la mayor tragedia de estas características que se ha vivido en el país en los últimos años.
Dos de las nuevas víctimas mortales fallecieron en un accidente de tráfico en la zona, presumiblemente motivado por las llamas, según el secretario de Estado, quien añadió que los bomberos esperan "dentro de poco" extinguir dos de los cuatro frentes que permanecen activos.
No obstante, Gomes subrayó que las autoridades están "preocupadas" por los vientos cruzados que empiezan a soplar en la zona, ya que eso conlleva que se entre "en un escenario exactamente igual" al que provocó este sábado la rápida propagación del fuego.
En las tareas de extinción participan varios medios aéreos portugueses y dos aviones españoles que, indicó el secretario de Estado, no consiguieron actuar en varias zonas porque "la nube de humo era tan fuerte que los helicópteros no consiguieron bajar hasta una zona en la que tuvieran visibilidad del incendio".
Las tareas avanzan con los medios terrestres, que suman más de 680 efectivos llegados de Setúbal, Coimbra y Lisboa.
Fuentes de la Policía Judicial (PJ) dijeron que el impacto de un rayo en un árbol seco es la causa más probable de este incendio, el más grave de los últimos años en Portugal.
"La información recogida hasta el momento en el lugar del suceso nos permite pensar que, con un alto grado de certeza, la causa sea un rayo que alcanzó un árbol", dijo el director nacional adjunto de la PJ, Pedro do Carmo, quien precisó que será necesaria una investigación para confirmarlo.