Presentada el lunes por el fiscal general de Brasil, Rodrigo Janot, a la Corte Suprema, la denuncia contra el jefe del Estado fue entregada en el Parlamento, que deberá notificar a Temer e iniciar trámites para, primero, ser examinada por una comisión y, después, votada en el plenario de la cámara baja.
“Ahora compete al presidente de la Cámara, Rodrigo Maia, notificar a Temer”, señaló en un comunicado el parlamentario brasileño, que precisó que “la denuncia será leída en el plenario (de la cámara baja) y después el documento será despachado para la Comisión de Constitución y Justicia”.
La llegada de la denuncia a la Cámara de Diputados supone el inicio de un proceso político que determinará si Temer puede ser imputado o no por el crimen del que le acusa la fiscalía, lo que de suceder significaría que el mandatario es apartado del poder por 180 días.
Para ello, al menos dos tercios del plenario de la cámara baja -342 de 513 diputados- deben votar a favor, en una sesión que, como ya sucedió con la votación para la apertura del juicio político a Dilma Rousseff, tendrá en vilo a Brasil, un país que sufre una severa crisis política desde 2015.
Antes de esa crucial votación, la denuncia deberá ser analizada por la comisión parlamentaria, donde los partidos de la coalición y la oposición medirán sus fuerzas sobre los apoyos para que la acción del Ministerio Público prospere en el plenario, su etapa clave.
El fiscal general de Brasil denunció a Temer por participar supuestamente de una trama para recibir sobornos del empresario brasileño Joesley Batista a cambio de favores políticos.
Temer habría utilizado al diputado Rodrigo Rocha Loures –preso y apartado de sus funciones- para negociar un soborno a cambio de que el gobierno ayudara al grupo J&F, de Batista, en un contencioso con la estatal Petrobras sobre el precio del suministro de gas en uno de sus negocios.
Seguimientos y filmaciones de la policía federal –que colaboró con ejecutivos de J&F- mostraron cómo el 28 de abril Rocha recibió en metálico 500 mil reales (156 mil dólares) en Sao Paulo que, según la fiscalía, tenían como destinatario final Temer.
La denuncia se sustenta, además, en una grabación de casi 40 minutos que Batista realizó de forma subrepticia durante una conversación con Temer en marzo en la residencia oficial del presidente, un encuentro nocturno que no fue registrado en la agenda oficial.
Temer, el primer presidente de Brasil en ser denunciado en el ejercicio de su mandato, negó las acusaciones, acusó a Janot de saltarse las leyes y dijo que la denuncia es “una ficción” que “atenta contra el país”.