En Beijing, Trump acusó a los gobiernos previos de Estados Unidos por permitir el crecimiento del déficit estadunidense frente a China, estimado en más de 350 mil millones de dólares.
“No culpo a China… Después de todo ¿quién puede culpar a un país que es capaz de aprovecharse de otro país por el beneficio de sus ciudadanos?, se preguntó Trump.
Su comentario contrastó con la posición que ha adoptado sobre el déficit de Estados Unidos con Canadá y México, de 12 mil millones y 64 mil millones de dólares respectivamente.
Trump y sus negociadores han convertido el tema de la necesidad de balancear el intercambio comercial entre los tres socios norteamericanos en uno de los asuntos centrales del proceso de renegociación del TLCAN.
“Después de hacer campaña como un león contra las prácticas comerciales de China, el presidente está gobernando como un cordero”, deploró Schumer.
“Más que tratar a China como guantes de niño, el presidente debería ser más duro con China, como lo prometió en su campaña”, remató.
Durante el pasado proceso electoral, Trump acusó a China de ser un manipulador de divisas y acusó al coloso asiático de “violar” la economía estadunidense.
Sin embargo, desde que llegó a la Casa Blanca ha buscado mayormente cultivar una buena relación con el presidente chino Xi Jinping, un cortejo que fue refrendado durante su viaje a China.
“Durante mi tiempo en Beijing, el presidente Xi y yo hemos tenido muchas conversaciones sobre nuestras metas comunes e intereses. Hay una buena química entre los dos, créanme”, dijo Trump.