Las autoridades vietnamitas estaban en alerta máxima ya que se pronosticaba que Tembin tocaría tierra en el sur del país la madrugada de este martes, por lo que ya habían evacuado a más de 70 mil personas de las localidades costeras y las áreas bajas para evitar en lo posible la pérdida de vidas. El gobierno ordenó proteger las plataformas petrolíferas y los buques, y advirtió que cerca de 62 mil barcos de pesca no deberían aventurarse en el mar.
Asimismo, pidió suspender clases y cerrar las escuelas, principalmente en la ciudad de Ho Chi Minh. Sin embargo, después de abandonar Filipinas, Tembin se debilitó a depresión tropical durante su trayecto por el golfo de Tailandia mientras avanzaba hacia las costas vietnamitas, por lo que no se registraron víctimas o daños mayores, sólo constantes precipitaciones pluviales. Mientras tanto, en Filipinas los equipos de socorro continúan este martes la búsqueda de sobrevivientes y desaparecidos en medio de las severas inundaciones y deslizamientos de lodo ocurridos en la isla de Mindanao, en el suroeste del archipiélago.
Las autoridades filipinas confirmaron que hasta este día 209 personas perdieron la vida, un total de 171 siguen desaparecidas y miles más quedaron sin hogar después de que el tifón tocó tierra el viernes por la noche. La policía y los responsables de alivio de desastres admitieron que la cifra mortal aumentaría conforme sigan avanzando las tareas de rescate en las zonas remotas que se encuentran totalmente aisladas. Manuel Luis Ochotorena, jefe de la agencia regional de desastres, indicó que muchas áreas en la península filipina de Zamboanga aún están sin electricidad ni comunicaciones y que los accesos a algunas ciudades están bloqueados debido al colapso de puentes y carreteras.
Filipinas es azotada por unos 20 tifones al año y se emiten advertencias rutinariamente, sin embargo, los responsables de desastres afirmaron que muchos aldeanos ignoraron las alertas para salir de las zonas costeras y dirigirse a terreno elevado.