La Agencia Nacional de Inundaciones (Vigicrues) prevé que el río alcanzará este domingo un máximo de 5.95 metros, cerca del su nivel máximo de 2016 de 6.1 metros, cuando el museo del Louvre se vio obligado a cerrar durante cuatro días.
Precisamente, el museo más visitado del mundo, junto con las galerías Musee d'Orsay y Orangerie están cerrados este domingo a los visitantes ante la posibilidad de que las aguas del Sena se desborden por las calles y lleguen hasta las puertas de los recintos culturales.
La estatua de un soldado del ejército argelino francés de la guerra de Crimea llamado Zouave, que ha protegido el río en el Pont d'Alma, en el centro de París, desde 1910, tenía este domingo el agua hasta la cintura por la creciente del Sena.
Ante el inminente desbordamiento del río, la Policía de París emitió la alerta máxima en la capital y advirtió nuevamente a los parisinos de abstenerse de bañarse o realizar canotaje en el río, afirmando que es "extremadamente peligroso", según un reporte de la cadena France24.
“Se espera un clima más favorable para la próxima semana, y que la Vigicrues reduzca su nivel de advertencia de naranja a amarillo en varias áreas de la capital”, destacó el reporte informativo.
Pero incluso aunque los niveles del agua comienzan a disminuir, los meteorólogos y los funcionarios dicen consideran que el proceso para que la capital retorne a la normalidad será lento, “ya que gran parte del terreno en el norte ya está inundado”.
"Si hablamos de que las cosas vuelvan la normalidad por completo, eso llevará semanas", dijo Jerome Goellner, jefe regional de servicios ambientales.
De acuerdo con el más reciente reporte de la Policía, alrededor de un millar de personas han sido evacuadas de sus hogares en la gran región de París, mientras unos mil 500 hogares carecen de electricidad.
El período de diciembre a enero es el tercero más húmedo en París, aunque el actual ha sido el más severo desde que comenzó la recolección de datos en 1900, según el Servicio Meteorológico de Francia.
Sin embargo, los temores de que las inundaciones sean como los registradas en 1910, cuando el nivel del Sena alcanzó los 8.62 metros por arriba de sus máximos, se ha descartado por completo por las autoridades, ya que ahora París cuenta con una gran infraestructura.