para los Derechos de la Organización de las Naciones Unidas, Michelle Bachelet, a fin de examinar la situación de Venezuela y plantear la preocupación de Caracas por las amenazas intervencionistas de Washington.
Arreaza expresó a Bachelet la preocupación por las amenazas intervencionistas constantes del gobierno de Estados Unidos , con respaldo de gobiernos de derecha de la región y de la derecha nacional venezolana, según una nota del portal de la cancillería venezolana, citada por la Agencia Venezolana de Noticias (AVN).
En noviembre pasado, el gobierno del presidente Nicolás Maduro invitó a Bachelet para que visitara Venezuela y conociera de primera mano los "amplios e históricos esfuerzos" a favor de garantizar y promover los derechos humanos de los venezolanos, afirmó la cancillería.
La reunión de Arreaza con Bachelet se registró en el marco de la 40 sesión de Alto Nivel del Consejo de Derechos Humanos del organismo internacional, celebrado en Ginebra, Suiza.
El martes, Arreaza exigió a la ONU detener al gobierno estadounidense en su carrera guerrerista e impedir una intervención militar contra Venezuela, así como levantar las sanciones ilegales del gobierno norteamericano que afectan la economía venezolana y a la población.
A su vez, en sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, el ministro enfatizó que el bloqueo, que comenzó con la firma de una orden ejecutiva en 2015 por el entonces presidente Barack Obama, ha costado a Venezuela más 30 mil millones de dólares, y 60 mil millones de dólares en activos y dinero congelado.
El domingo, Bachelet había deplorado en un comunicado el uso excesivo de la fuerza tanto por los organismos de seguridad venezolanas, como por grupos progubernamentales armados, que tuvieron como resultado al menos cuatro personas muertas y más de 300 heridas entre el viernes y el sábado.
“El gobierno venezolano debe obligar a los cuerpos de seguridad a dejar de emplear el uso excesivo de la fuerza contra manifestantes desarmados y ciudadanos comunes", dijo.
Agregó haber recibido informes de incidentes violentos en diferentes puntos de las fronteras con Colombia y Brasil, por el bloqueo de las fuerzas de seguridad a las caravanas de vehículos que la oposición pretendía hacer entrar sin autorización del gobierno venezolano.