El temblor que sacudió Taiwán ayer domingo se hizo sentir en toda la isla, pero con más fuerza en las regiones del centro y del sur. El movimiento de 6,3 grados tuvo su epicentro cerca del municipio de Jenai en el condado de Nantou, en el centro de Taiwán, a unos 250 kilómetros (155 millas) al sur de Taipei, dijo la Oficina Central de Meteorología.
En la montaña Alí, en el sur de la isla, un hombre murió por un deslave de tierra y rocas mientras conducía su automóvil por un camino, informó en un comunicado la Agencia de Bomberos de Taiwán. Otro individuo falleció al caerle una roca mientras trabajaba en una granja en Chushan, cerca del epicentro.
Los aludes en una zona montañosa y escénica cerca del epicentro lesionaron a varias personas, agregó la agencia. En total, 21 personas resultaron heridas por el sismo, muchas por objetos caídos.
Los compradores gritaron y salieron corriendo de una tienda departamental de 12 pisos que se sacudió violentamente durante casi un minuto, reportaron canales de la televisión de la ciudad central de Taichung. También se reportaron grietas en las paredes o techos caídos en otras poblaciones del centro de Taiwán, según los informes.
La Oficina Central de Meteorología informó que el sismo fue relativamente superficial, pues tuvo una profundidad de 10 kilómetros (seis millas). El Servicio Geológico de Estados Unidos dijo que fue de magnitud 6,5.
Los terremotos sacuden Taiwán con frecuencia, pero la mayoría son menores y causan poco o ningún daño. Nantou está cerca del epicentro de un terremoto de magnitud 7,6 que sacudió Taiwán en 1999 y provocó la muerte de más de 2 mil 300 personas.
En el sur de Filipinas, un terremoto de 5,7 grados sacudió la provincia de Cotabato y zonas cercanas mientras la gente dormía. Dañó más de 140 casas y varias escuelas, además de que desató un alud de tierra que bloqueó parcialmente una carretera, dijeron las autoridades.
Por lo menos 33 personas, incluso varios niños, resultaron heridos por las paredes derrumbadas y los escombros en las aldeas más afectadas de Cotabato, Kimadzil y Kibugtongan, dijo Hermes Daquipa, un funcionario del Instituto Filipino de Vulcanología y Sismología que se unió a un equipo del gobierno que recorrió las poblaciones montañosas afectadas.