Al menos tres personas murieron y cinco estaban desaparecidas a causa del tifón Man-yi que el lunes azotó duramente a Japón, obligando al operador de la accidentada central nuclear de Fukushima a verter en el mar agua de lluvia con índices de radiactividad considerados bajos. Unas 500 mil personas recibieron la orden de evacuación.
Man-yi atravesó la mañana del lunes el centro de Japón, provocando lluvias “sin precedentes” en varias regiones puestas “bajo alerta especial”.
Este tifón, el décimo octavo de la temporada en Asia, alcanzó este lunes la isla principal de Honshu, por la prefectura de Aichi (centro-sur), a las 07H40 locales (22H40 GMT del domingo), antes de cruzar la región de Tokio y dirigirse luego hacia el Océano Pacífico al este por la provincia de Fukushima, anunció la Agencia Meteorológica.
El tifón Man-yi ha causado lluvias torrenciales y vientos de hasta 160 kilómetros por hora.
Horas después, se habían registrado tres muertos, cinco desaparecidos, 138 heridos, más de 1.000 viviendas fueron dañadas por el viento o deslizamientos de terreno y otras 4.000 fueron inundadas, indicó el canal de televisión NHK.
Antes de llegar al archipiélago, el tifón Man-yi ya había ocasionado violentas precipitaciones y fuertes vientos desde el domingo por la mañana en el sur y el este del país, sin provocar grandes destrozos.
Tokio afectado
Se había dado orden de evacuación, debido al riesgo de inundaciones y avalanchas, a 340 mil familias en la prefectura de Kyoto y en otras prefecturas vecinas.
En la región de Fukushima, en donde se encuentra la accidentada central nuclear devastada por el tsunami del 11 de marzo de 2011 y por lo tanto muy vulnerable, la empresa operadora, Tokyo Electric Power (Tepco), había indicado el domingo que había reforzado la fijación de los equipos críticos, como las tuberías de agua de refrigeración de los reactores o las bombas.
El lunes se estaba bombeando agua de partes de la central cercanas a los tanques que almacenan el agua radiactiva. Se piensa que estos tanques tienen pérdidas y que agua radiactiva se filtra hasta las napas freáticas.
“Pero optamos por verter el agua en el mar, ya que, tras medir los niveles de radiación, llegamos a la conclusión de se la podía considerar como agua de lluvia”, indicó el portavoz de Tepco, Yo Koshimizu.
Un litro de esta agua contiene hasta 24 becquereles de estroncio y otras materias radiactivas. Las autoridades japonesas autorizan que se vierta en el mar el agua, siempre y cuando tenga como máximo 30 becquereles por litro.
Al menos 600 vuelos se habían cancelado este lunes, especialmente de Tokio, y el tráfico ferroviario estaba suspendido en varias líneas.
Este año, Japón había estado hasta el momento a salvo, relativamente, de los tifones, pero en agosto fuertes lluvias habían causado grandes daños en el oeste, en tanto que el este vivió una ola de calor que dejó al menos 350 muertos y causó gran preocupación por el suministro de agua, en particular en Tokio.