Las instalaciones para la producción, mezcla y llenado de armas fueron destruidas, dijo hoy a Dpa el portavoz de la OPAQ, Michael Luhan, desde la ciudad holandesa. “Nuestros inspectores lo comprobaron”.
Las instalaciones se inutilizaron con bulldozers, con martillos a dos manos o llenándolas con hormigón.
Se trata de 23 puntos de los que el gobierno informó y que quedaron desmantelados en el plazo previsto, antes del 1 de noviembre.
Los inspectores de la misión conjunta de la ONU y la OPAQ regresaron hoy a La Haya desde Damasco, tras inspeccionar 21 de esos 23 lugares y 39 de 41 instalaciones de producción situadas en los mismos.
Hubo dos a los que los técnicos de la OPAQ no pudieron acceder por motivos de seguridad, pero las autoridades sirias aseguraron de forma creíble que allí ya no hay instalaciones de producción.
“El gobierno sirio nos proporcionó pruebas adicionales”, dijo Luhan. “Documentos que muestran que las instalaciones y el material del programa de armas químicas sirio fueron retirados anteriormente de esos lugares”, señaló. Ese equipo se trasladó a lugares donde fueron controlados y la organización no tiene motivos para dudar de ello. “Todas las pruebas presentadas se corresponden con nuestros estándares”.
Con ello se logró cerrar el primer objetivo de la destrucción del arsenal de armas de este tipo en Siria. La resolución del Consejo de Seguridad de la ONU establece que hasta mediados de 2014 tienen que estar destruidas todas las armas químicas que posee el gobierno de Bashar Assad.
La OPAQ señaló que su misión conjunta con la ONU “está satisfecha por haber verificado –y ver destruido– todo el equipo crítico de producción, mezcla y llenado declarado por Siria”.
En vista de los avances de la misión no están previstas en estos momentos nuevas inspecciones. Hasta el 15 de noviembre, la comisión ejecutiva de la OPAQ tendrá sin embargo que dar el visto bueno al plan de destrucción de todas las existencias de armas químicas presentado por Siria.