Al igual que la jirafa que fue sacrificada y descuartizada en un zoológico de Copenhague hace unos días, Marius no tiene ningún problema de salud. Pero si en el parque zoológico Jyllands aparece una nueva hembra, los trabajadores del mismo difícilmente le perdonarían la vida a Marius, ya que dicha jirafa no tiene valor alguno para el programa de selección de animales, según la Asociación Europea de Zoos y Acuarios (EAZA).
Marius es un híbrido, por eso no es conveniente para la reproducción según las reglas de dicho programa. El zoo prevé que será complicado encontrar una casa nueva para el animal, por eso consideran la necesidad de matarla, a pesar de la ola de protestas provocada por la matanza de la otra jirafa, la cual posteriormente fue arrojada como alimento para los leones de ese parque