La mayoría de las muertes se registraron por accidentes de tráfico en varias zonas del país además de por el derrumbe de tejados debido al peso de la nieve, informó hoy la prensa nipona.
Además, en Yamanashi dos personas murieron el pasado sábado por congelación mientras caminaban a sus casas después de que sus coches quedaran atascados por la nieve.
En esa provincia, la nevada dejó entre la noche del viernes y la mañana del sábado una acumulación de 114 centímetros en la capital, Kofu, y 143 en el popular entorno turístico del lago Kawaguchi, cantidades que suponen un récord histórico.
La magnitud de esta segunda oleada de nevadas en un semana ha causado cortes de carretera en unos 50 tramos, lo que ha dejado a unos 1.000 conductores sin poder regresar a sus casas desde el viernes, informó hoy la cadena pública NHK.
Además, unos 500 pasajeros permanecían hoy atrapados en trenes y estaciones entre los apeaderos de Otsuki y Sakaori en la línea Chuo de tren, que atraviesa de este a oeste esta prefectura.
En Nagano, al menos 800 conductores están en situación similar debido a los cortes en las carreteras.
Las autoridades han desplegado baños portátiles en los arcenes y en Yamanashi, 18 localidades han establecido 55 refugios para dar acogida a unas 1.600 personas.
En esta misma prefectura, el pueblo de Hayakawa, de unos 1.200 habitantes, permanece además incomunicado.
Las Fuerzas de Auto Defensa (Ejército) se han unido a las labores para retirar la nieve de las vías de comunicación.
Las nevadas están afectando además a la potente industria nipona del automóvil y Toyota ha paralizado hoy su producción en dos fabricas en Aichi (centro), ya que no se había llegado el suministro de piezas necesario.
Además, una fábrica de Honda en Saitama paró hoy su actividad por la falta de piezas y por el hecho de que los empleados no podían llegar a trabajar debido al corte de las carreteras.
Tres fabricas de Suzuki en la provincia Shizuoka también se vieron afectadas por la falta de suministros.
El frente de bajas presiones provocó la cancelación de decenas de vuelos en buena parte del país y mantiene ahora en alerta a la isla septentrional de Hokkaido, donde se esperan nevadas copiosas y fuertes vientos.