En el conjunto de favelas de Alemao, en el norte de la ciudad, tres autos fueron quemados el lunes en las proximidades de la sede de la Coordinación de la Policía Pacificadora (CPP), la unidad que desde 2008 se encarga de “ocupar” las favelas de Río de Janeiro.
Durante la noche, un autobús fue incendiado en un enfrentamiento entre dos cuerpos de policía brasileña y hombres armados, según datos de las fuerzas de seguridad.
La prensa ha evocado la posibilidad de que las protestas en Alemao sean una reacción a la muerte, el domingo, de una señora de 72 años por disparos de bala en el barrio durante una acción policial.
En otro incidente en otra favela, la del Morro do Chapadao, la muerte de un adolescente de 17 años cuando la policía realizaba una operación contra el robo de autos en la zona, provocó la ira de los residentes, que acusan a las fuerzas del orden de haber matado al joven.
Al menos cinco autobuses fueron quedamos durante la protesta en Chapadao, mientras la policía incautó dos litros de gasolina y varias armas.
La presencia desde 2008 de las Unidades de Policía Pacificadora (UPP) en varias decenas de favelas de Río de Janeiro es criticada de forma recurrente por los residentes locales, que acusan a las fuerzas del orden de abusos, muertes indiscriminadas, torturas y corrupción.
La alcaldía de Río de Janeiro defiende, sin embargo, que el despliegue de 39 UPP en 174 favelas de la ciudad ha permitido disminuir el tráfico de droga, mejorar la seguridad y combatir a los grupos de narcotraficantes.