Según informa hoy el diario local “This Day”, Entwistle está manteniendo conversaciones con las autoridades nigerianas sobre los medios que se emplearán para intentar liberar a las chicas, secuestradas el pasado 14 de abril de una escuela en la localidad de Chibok, en el estado septentrional de Borno.
El representante diplomático, que participó anoche en Abuya en una reunión de gobernadores del norte de Nigeria y la Agencia para el Desarrollo Internacional de EEUU (USAID), declaró a los periodistas que los efectivos militares y los expertos estadounidenses llegarán “pronto” al país africano.
El embajador admitió el posible uso de “drones” en la operación de búsqueda de las niñas, pero rehusó divulgar más información al respecto.
“Esta tarde (ayer), mantuve conversaciones con algunos funcionarios de seguridad (nigerianos) para tratar los detalles sobre cómo deber ser nuestro equipo”, dijo Entwistle, citado por el periódico.
“Obviamente, no puedo dar todos los detalles, pero estamos en el proceso de crear un equipo que incluirá a gente de varias agencias de Estados Unidos”, indicó el embajador.
“No estoy seguro del tamaño del equipo, pero esperamos tenerlo pronto sobre el terreno. Tras su llegada, decidiremos cuánto tiempo se quedará” en Nigeria, agregó el representante diplomático norteamericano.
A parte de Estados Unidos, otros países como China, Francia y el Reino Unido han ofrecido también apoyo a Nigeria para liberar a las menores, mientras se intensifica la campaña mundial en favor del rescate.
Boko Haram, que significa en lenguas locales “la educación no islámica es pecado”, lucha por imponer la “sharía” o ley islámica en Nigeria, país de mayoría musulmana en el norte y predominantemente cristiana en el sur.
Desde que la Policía acabó en 2009 con el líder de Boko Haram, Mohamed Yusuf, los radicales mantienen una sangrienta campaña que ha causado más de 3.000 muertos.
Con unos 170 millones de habitantes integrados en más de 200 grupos tribales, Nigeria, el país más poblado de África, sufre múltiples tensiones por sus profundas diferencias políticas, religiosas y territoriales.