El referéndum --que se inició hace diez días y considerado ilegal por Pekín-- para elegir el próximo jefe del ejecutivo local en 2017 superó la expectativas de participación de los organizadores en esta ex colonia británica de 7,2 millones de habitantes, devuelta a China en 1997.
Tras la consulta, los defensores de la democracia en Hong Kong tienen previsto el tradicional desfile del 1 de julio, donde se espera la asistencia de más de 500 mil personas este año, según la organización.
Desde que Reino Unido devolviera Hong Kong a China, el territorio dispone en principio de una amplia autonomía en virtud del modelo "un país, dos sistemas".
Pekín prometió a los hongkoneses que podrían elegir el jefe del ejecutivo local en 2017, aunque mantendrá el control sobre las candidaturas, una condición que los activistas prodemocracia consideran inaceptables.