Sin embargo, sindicalistas, adolescentes, pensionados y familias se manifestaron en su mayoría en paz en toda Francia.
En Gran Bretaña, el líder del Partido Laborista Jeremy Corbyn se unió a miles de personas que marcharon en el centro de Londres y aprovechó la ocasión para condenar el avance de grupos de extrema derecha en toda en Europa.
Mientras que en Rusia, miles de personas marcharon por la Plaza Roja de Moscú, en una marcha de trabajadores partidarios del Kremlin. Los asistentes portaban globos y banderas rusas tricolor.
La manifestación evitó críticas al presidente Vladimir Putin, o a su gobierno, por el descenso en el nivel de vida. Los lemas se centraron en salarios y empleos para profesionales jóvenes.
Por su parte en Taipéi, la capital taiwanesa, los sindicatos salieron a la calle en una marcha para pedir al gobierno que reduzca la jornada laboral y aumente los salarios.
Muchos taiwaneses temen que la iniciativa del presidente saliente, Ma Ying-jeou, por estrechar lazos económicos con China haya beneficiado tan sólo a unos pocos.
En tanto, en Turquía, la policía turca usó cañones de agua para dispersar a un grupo de manifestantes en Estambul. Una persona murió al ser golpeada por un vehículo-cañón de agua. Al menos 207 personas fueron detenidas.
En Manila, Filipinas, unos 2,000 manifestantes de izquierda se enfrentaron con policías antimotines que usaban escudos y cañones de agua para evitar que los activistas llegaran a la embajada estadounidense. Las autoridades reportaron 20 manifestantes heridos.
Mientras que en Bogotá, Colombia, varios miles de trabajadores marcharon pacíficamente.