"Viva Fidel", "murió el tirano": cruce de opiniones sobre Castro en Madrid

Frente a la embajada cubana en Madrid, la policía se interpuso entre una minoría de opositores al castrismo que gritaba "el tirano ha muerto" y los defensores de Fidel que exclamaban "viva la revolución".

Menos de una decena de opositores se aglutinaban detrás de la pancarta "Cuba Democracia Ya", brindando con vasos de vino para "celebrar" la muerte del antiguo dirigente cubano.

Desde enfrente, recibían abucheos de unos 150 manifestantes isleños y españoles, entre ellos numerosos militantes del Partido Comunista Español.

"Fidel Castro ya es una página de la historia, una historia negra", dijo a la AFP Rigoberto Carceller Ibarra como portavoz de la plataforma "Cuba Democracia Ya".

Cubano de 53 años, Carceller acusó a Castro de haber "robado la revolución" para imponer un sistema de "monarquía hereditaria". "A todos los que no compartíamos su ideología o no le aplaudíamos, nos sancionó o nos puso en la cárcel".

Él mismo asegura haber sido "deportado" en 1993 de Cuba a España sin posibilidad de retorno. "Las autoridades españolas habían pedido mi libertad, porque había pasado año y medio en la cárcel de Cuba porque ayudé a fundar el movimiento Cristiano Liberación y había distribuido en Santiago de Cuba unos panfletos que decían +Abajo Fidel+".

A su lado, envuelto en una bandera de su país, un cubano de 43 años llegado a Madrid en 2006, Yuniel Jaconimo, agente de viajes, protestaba ante los medios: "Celebramos la muerte de un tirano asesino".

Pero sus proclamas se veían sofocadas por los gritos de los 150 manifestantes partidarios de la revolución: "Viva Cuba, viva Fidel y y viva el Che".

"Fidel nos trajo la verdadera independencia, nos ha dado todo: la educación, la sanidad", defendió ante la AFP Luis Pérez, cubano de 56 años y presidente de la asociación prorrevolucionaria Madrid Playa Girón.

"En Cuba no hay miseria, hay una necesidad que es producto del bloqueo criminal que los Estados unidos imponen desde hace 54 años", añadió este cubano se mudó a Madrid hace 34 años "como emigrante económico".

Un electricista español de 60 años, Manuel Conejero, padre adoptivo de un niño cubano, destacaba también las conquistas sociales de la isla: "desde 1974 he ido muy a menudo a Cuba para tareas humanitarias con una ONG y he visto que en una aldea para una sola niña, hay una maestra, y que la delincuencia casi no existe".

- Contención política -

Comedidas, las altas autoridades españolas se limitaron a subrayar este sábado la importancia histórica de Fidel Castro, evitando valorar su legado.

En un telegrama de condolencias dirigido a Raúl Castro, el rey Felipe VI definió al fallecido mandatario como "una figura de indiscutible importancia histórica" y destacó "la gran cercanía" entre España y Cuba, excolonia española de 1492 a 1898.

España, tercer socio comercial de la isla después de Venezuela y China, figura como el primer inversor extranjero con más de 200 empresas implantadas en Cuba, especialmente en el sector turístico.

Las relaciones diplomáticas entre ambos países fueron espinosas, especialmente durante los gobiernos conservadores de José María Aznar (1996-2004), quien impulsó la Posición Común de la Unión Europea con Cuba que pronto podría ser derogada para facilitar las relaciones comerciales.

En los últimos años, Madrid suavizó su posición coincidiendo con la progresiva apertura de La Habana.

En este sentido, el jefe del gobierno conservador Mariano Rajoy presentó a Castro, de padre español, como "una figura de calado histórico" y su ministerio de Exteriores mostró su voluntad de seguir fortaleciendo los vínculos bilaterales".

Incluso desde la izquierda radical de Podemos, cercanos a la ideología de las autoridades cubanas, la reacción fue prudente. "Con sus luces y sombras se va un referente de la dignidad latinoamericana y de la resistencia soberana. Adiós Fidel", tuiteó su líder Pablo Iglesias.

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